Ruth Toledano o cómo hablar de experimentación animal sin tener ni idea #castacientífica


Estos días ha sido muy polémico un artículo en El Diario en el que se criticaba el uso de la experimentación animal a raíz de una polémica con Pablo Echenique (Podemos), y en el que se acaba llamando «casta científica» a los científicos. Lamentablemente, el artículo de la «casta científica» está escrito desde la irracionalidad y demostrando una ignorancia extrema sobre la experimentación animal.

Este no es un artículo, criticando la nota de Ruth Toledano en El Diario con lo de la «casta científica», porque de eso ya se han encargado otras personas como Pepe Cervera, Clara Grima, o Moncadista. Este artículo, pretende explicarle a filóloga Ruth Toledano, la realidad de la experimentación animal en España y cómo por desgracia, NO hay alternativa a la experimentación animal… Antes de escribir un artículo sobre x, no estaría mal leer un poco sobre cómo está la situación en la actualidad… pero esto es España.

Nota: Antes de seguir leyendo, le advierto de que yo también soy de la casta científica según la definición de Ruth Toledano, pero esto no va de casta científica o anticientífica, sino de la realidad de la experimentación animal en la actualidad, algo que Ruth Toledano omite y manipula.

Mouse embryo

Embrión de ratón – Imagen por microscopía de fluorescencia – Eduardo Zattara (University of Maryland, College Park) – Fotografía en Flickr de ZEISS Microscopy


Antecedentes

Hace unas semanas, Es Materia entrevistaba al número 5 de Podemos, el físico del CSIC Pablo Echenique, en la que soltaba varias perlas sobre transgénicos, experimentación animal aka «ratoncitos» y algunas cosas más que no le dejaron en muy buen lugar, en un persona en teoría con cierta formación académica y que por lo que parece, es bastante bueno en su campo.

Esta entrevista, generó una serie de respuestas bastante contundentes (ver por ejemplo a Uhandrea en De política y ciencia: la racionalidad constreñida) donde se criticaba su postura en materia de transgénicos y animales experimentación, aunque es de agradecer que el mismo respondiera a muchos de los comentarios contrarios en páginas como Naukas o posteriormente explicara en detalle su postura en un artículo en Es Materia (La ciencia y la política, esa extraña pareja).

En esta entrevista inicial, algunas de las perlas fueron en materia de transgénicos (recordemos que Podemos se opone a los transgénicos como bien nos recordaba Grodira en esta comparativa de los diferentes partidos en las europeas) aunque lo que realmente ha ido generando debate y todo el pollo actual, fue su postura en materia de experimentación animal aka «ratoncitos», aunque más que su postura, la de la mayoría… lo que le valió la gran ola de críticas por pretender dejar determinados temas en la mayoría en lugar de los expertos como recordaba SpiderManzano con Rajoy, Talegón y el efecto primo.

Entrevista en Es Materia

El círculo de Podemos Ecología ha llegado a decir que “la experimentación con animales es crueldad generada para el beneficio de las empresas”. ¿Les convencerá una documentación equilibrada y honesta?

Obviamente Podemos es un movimiento que aspira a ser mayoría electoral en este país. Eso te obliga a estar integrado por gente muy heterogénea. Obviamente no todos estamos de acuerdo en todo, pero sí en un programa de mínimos. Por ejemplo, la legalización de la marihuana. No está en el programa. Yo estoy a favor, pero seguro que en Podemos hay gente en contra. ¿Qué haremos? Lo que diga la mayoría. Y al que le joda que se legalice la marihuana, se tendrá que aguantar, es lo que pasa en democracia. Con el tema animalista, veremos. Si un día se vota y la mayoría está a favor de la investigación con animales, queriendo mucho a los compas animalistas y respetando sus opiniones, tendrán que aceptar lo que diga el resto de la gente. Y si se enfadan tendrán que desenfadarse.

A partir de aquí, se ha ido generando una serie de cascada de opiniones a favor y en contra, únicamente en este tema, donde destaca un artículo en El Diario de este pasado sábado, en el que la filóloga Ruth Toledano atacaba a la experimentación animal con un contundente «casta científica» (La casta científica y el paradigma ético de Podemos).

El artículo, disponible en el enlace anterior más que una crítica razonada al uso de animales en experimentación, comete el error de hablar de la experimentación animal desde la postura «animalista» con el «NO a todo», como bien escribía hace unas semanas Javier Yanes en 20 Minutos con un acertado artículo «El ecologismo no debe caer en la trampa animalista», algo relativamente habitual en determinadas posturas como ocurre con los transgénicos y en el tremendo error de emplear a Monsanto para todo tal y como hace Podemos, confundiendo soberanía alimentaria con empresas.

Ruth Toledano se despacha en el artículo, en el que además de atacar a la experimentación animal (para la foto de portada elige una fotografía; la más sensacionalista posible, de la organización animalista PETA) da unas hostias importantes a lo que ella llama «cientifismo» y la «casta científica» y de paso a Pablo Echenique por no demostrar la suficiente conciencia animalista que ella demuestra…

Algunos párrafos…

El cientificismo, que considera que los únicos conocimientos válidos son aquellos que se obtienen mediante las ciencias experimentales y reduce, por tanto, el saber humano al conocimiento científico, se inscribe, podríamos decir, en lo más viejo de ese régimen. Desde Schopenhauer y Nietzsche, muchos filósofos se han manifestado contra el absolutismo cientificista (que no contra el conocimiento científico): Husserl, el innombrable Heidegger (“La ciencia no piensa”), Marcuse, Feyerabend, Foucault (“La ciencia es un arma política”), Deleuze, Popper, Gadamer, Habermas… Una larga y aquí incompleta lista de grandes pensadores que han defendido que la ciencia no se puede separar de la filosofía y las humanidades. De las que, nadie lo pondría ya en duda, tampoco puede separarse la política.

«Me inclino por utilizar ratoncitos en investigación», afirmó Echenique en la polémica entrevista. Y puesto que él abordó tan importantes asuntos (transgénicos, energía nuclear y experimentación en animales) desde la autoridad de la especialización (que, como alertaron los filósofos, tantas veces se convierte en autoritarismo cientificista), yo, por mi especial ocupación en los derechos animales, me centraré en la cuestión de la experimentación (aunque vaya por delante que no me someto a la tiranía de la especialización, que nos impediría tener y expresar opiniones sobre muchos asuntos en los que no somos técnicos expertos: deuda, vivienda, inmigración, educación, sanidad… o energía nuclear).

Lo que decepcionó en esa entrevista no es que el eurodiputado Echenique no sea, obviamente, un animalista “radical” (término que él mismo utiliza: “no se puede ser radical en todo”) sino que no haya respondido a una cuestión que le atañe doblemente, como científico y como representante político, desde la óptica del nuevo paradigma de Podemos. Bastaría con que hubiera tratado el asunto con el respeto que merece. Que no se hubiera referido a los “ratoncitos”, así, con ese diminutivo. Que hubiera respondido con seriedad, aludiendo a aspectos relacionados que, como científico, debe manejar y, como político, también, pues están en la línea ideológica de Podemos: los derechos de los animales son una «exigencia social», tal y como recoge el propio programa de Podemos.

Desde esa óptica de un nuevo paradigma, Echenique debiera haberse referido a la experimentación con animales, que muchos investigadores y médicos rechazan ya, desde sus implicaciones científicas, económicas y morales. Es decir, políticas. Desde el nuevo paradigma ético que supondrían, por ejemplo, las tres medidas políticas que Pablo Iglesias dice que tomaría de inmediato si tuviera responsabilidades de gobierno: “Decreto ley de expropiación de las viviendas vacías que están en manos de los bancos y hacer un parque público de viviendas. Prohibición de las puertas giratorias entre los consejos de administración y los consejos de ministros. Reforma fiscal para que paguen los ricos, pues somos el país de la UE con menos presión fiscal sobre las grandes fortunas”. Medidas políticas que son económicas, que son sociales. Es decir, que son éticas. La Directiva Villarejo de Podemos sobre derechos humanos y control ciudadano también económica y social, es decir, ética.

Desde la ética de un nuevo paradigma, en vez de a “ratoncitos”, Echenique podría, al menos, haberse referido a que las alternativas no avanzan porque al ECVAM ( Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos) solo se han destinado, como máximo, 4.000.000 de euros al año, cuando la homologación de uno solo de los métodos supera los 400.000, lo que indica que apenas pueden ser validados alrededor de diez métodos al año. Echenique debiera denunciar, como científico y como representante de un nuevo paradigma, que muchos de esos métodos alternativos no se homologan por su elevado coste económico, mientras que el oscurantismo comercial e informativo de los laboratorios privados y la competititivad de las empresas por las patentes hacen que los experimentos se repitan en los animales una y otra vez.

Desde la ética de un nuevo paradigma, en vez de a “ratoncitos”, Echenique podría, de hecho, haberse referido a la campaña que, ya en 2009, la asociación Libera!, avalada por un equipo de investigadores científicos y apoyada por Los Verdes/ALE, llevó al Parlamento Europeo, proponiendo gravar con un 1% a aquellos productos farmacéuticos que hayan sido experimentados en animales. Un 1% que se destinaría a la validación y homologación de los métodos alternativos, lo que que ayudaría, además, a crear puestos de trabajo cualificado para profesionales de los campos de la investigación, la informática, la química, etc.

Cabe recordar también que en este país existe otra formación política, el Partido Animalista (PACMA), que literalmente sin presupuesto para su campaña, sistemáticamente silenciada por los medios de comunicación, e incluso censurada por la Junta Electoral madrileña por mostrar la famosa imagen de Juan Carlos de Borbón ante uno de sus muchos elefantes asesinados, ha logrado superar los 176.000 votos, cuadruplicando los resultados obtenidos en 2011 en las elecciones al Congreso de los Diputados, una cifra no desdeñable que demuestra la creciente preocupación social por los derechos de los animales.

“Nosotros”, dice Monedero, “cuando hablamos de ‘la casta’, hablamos de un sector privilegiado que también obtiene beneficios económicos del sistema (…) ‘La casta’ no es solamente una estructura política, sino que está insertada en un sistema económico, que es el capitalista». Dentro de ese sistema también está la ciencia, de la que el capitalismo obtiene enormes beneficios económicos. En el caso de la investigación, a costa del abuso y el sufrimiento de los otros animales. Por eso debemos, podemos, luchar contra el sistema. Y, en su caso, contra la casta científica que, con demasiada frecuencia, actúa desde su falacia de autoridad. Solo esa puede ser la óptica, la ética, de un nuevo paradigma.

La realidad sobre la experimentación animal

Al leer la nota de Ruth Toledano, uno se fija en que a pesar de citar algunas legislaciones; ya desactualizadas, sorprende que si es una defensora de los derechos animales, desconozca la realidad sobre la experimentación animal y las legislaciones al respecto, que se han endurecido en los últimos años de forma notable y donde no es lo que organizaciones como PETA u otras, se empeñan en mostrar.

Hasta hace unos años, en España estuvo vigente el “Real Decreto 1201/2005, de 10 de octubre, sobre protección de los animales utilizados para experimentación y otros fines científicos“ en el que se establecían las condiciones que regían la experimentación con animales, ordenando qué tratamientos se podían hacer, cómo se podían hacer y quién los podía hacer, estableciendo una legislación clara y bastante dura en materia de experimentación animal, que hizo que en muchos centros de investigación y Universidades se dejara de investigar al no poder cumplir la normativa.

Esta legislación, se basaba en un principio… en el uso del menor número de animales posibles y en donde se daban largas hasta poder iniciar la experimentación en animales, con el uso del que tuviera una menor sensibilidad neurológica, preferiblemente aquellos que estuvieran más alejados filogenéticamente del ser humano.

Esta legislación, establecía entre sus puntos principales:

1 – Asegurarse de un uso racional y ético de los animales, con una aseguración del individuo, evitando el dolor. Al mismo tiempo, se busca evitar la duplicidad innecesaria de animales y la reducción al máximo el número de individuos empleados.

2 – Establecer los fines que debe de perseguir la experimentación con animales como son: la prevención de enfermedades, desarrollo de farmacéuticos, detección de condiciones fisiológica, la protección del medio ambiente, la investigación y la educación. En este último supuesto, el uso de animales está muy reducido ya que en buena parte de los casos, se emplean programas de ordenador.

3 – Definir el concepto de cuidador o persona responsable del experimento. Lo clasifica en 4 categorías, con diferentes funciones. De esta forma tenemos una categoría A (cuidador con formación), categoría B (biólogo), categoría C (Persona que dirige o diseña los experimentos con un mínimo de 10 años de experiencia) y categoría D (Especialista en animales, principalmente un veterinario).

4 – Establecía las condiciones de los establecimientos de experimentación, tanto de cría como de alojamiento.

5 – Identificación obligatoria de los animales, mediante códigos de identificación.

6 – Establecía las condiciones de alojamiento tanto del habitáculo, condiciones ambientales de humedad (40-70%), de temperatura (20-25ºC), aire acondicionado, ciclos de iluminación, ruido, limpieza, alimentación y bebida.

7 –Especificaba las obligaciones del experimentador como eran:

– La prohibición de empleo de animales salvajes o vagabundos

– Prohibición de empleo de animales si había alternativa

– Empleo del menor número de animales.

– Preferiblemente si hay que emplearlos, los que tengan menor sensibilidad neuronal y/o dolor.

– Empleo siempre con métodos mínimamente invasivos de anestesia local o general.

– Cuidados paliativos postexperimentación y/o sacrificio en condiciones de menor sensibilidad, en caso necesario.

Para no dar más el coñazo con legislación (hablé de ella en Mitos y realidades de la experimentación con animales), establecía los tipos de animales de experimentación (animal, animal de cría, animal de experimentación y Animales de experimentación adecuadamente anestesiados) y prácticamente llevaba al olvido el uso de primates en experimentación, ya que los costes de mantenimiento lo hacían inasumible y para poder utilizarlos, realmente no se permitía su uso en la práctica totalidad de los supuestos exceptuando algunos supuestos del Sistema Nervioso con sistemas NO invasivos aunque a nivel comunitario los experimentos que debe de haber con primates, no debían de llegar a la decena.

¿Experimentar con animales? Mejor nos dedicamos a otra cosa

En 2010 la Unión Europea aprobaba la «Directiva 2010/63/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de septiembre de 2010, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos» de la que Ruth Toledano evita hablar que endurecía aún más las condiciones de experimentación y que en 2013 entraba en vigor en España (Real Decreto 53/2013, de 1 de febrero, por el que se establecen las normas básicas aplicables para la protección de los animales utilizados en experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia).

Esta ley (larga, un coñazo de leer pero muy instructiva) endurecía las condiciones de experimentación, en la que se prohíben los experimentos con grandes simios, se incluye en el ámbito regulado a los cefalópodos y a determinadas formas fetales de mamíferos, aunque quizás una de las cosas más destacables era la prohibición total de la experimentación animal en productos cosméticos, una de las batallas de los colectivos animalistas gracias al colectivo Cruelty Free International y a la compañía de belleza The Body Shop que promovieron conjuntamente una campaña internacional tal y como explica el Partido animalista Pacma a través de su página web.

Conviene remarcar esto de la experimentación animal y los cosméticos y es que como bien decía Moncadista

Los científicos seremos casta tirana, pero tú en este artículo pasas sin escrúpulos de decir que utilizamos animales para seguir obteniendo fondos a la siguiente línea hablar del uso de animales en cosmética. Y lo de igualar los desahucios al uso de animales en experimentación en el último artículo es todo un ejemplo de ética: política y periodística.

La realidad de la experimentación animal en un laboratorio

Sin experimentación animal no habría medicina moderna

En experimentación animal se trata de cumplir el principio de las tres erres: reemplazo, reducción y refinamiento. El reemplazo consiste en sustituir, siempre que sea posible, a los animales por modelos informáticos o cultivos celulares para probar el efecto de fármacos o posibles tóxicos. La reducción trata de reducir el número de animales empleados. Y el refinamiento consiste en buscar métodos para minimizar el sufrimiento de los animales. “Debe calar en la sensibilidad del público que la gente que utiliza animales de experimentación no es gente cruel”, afirma Del Mazo. “Se trata de minimizar el sufrimiento al máximo, y para eso se utilizan analgésicos o se les ponen incluso juguetes para que estén mejor”, apunta. “Todas estas medidas ni siquiera se plantean en casos como el de las granjas avícolas, en las que los animales están en situaciones mucho peores”, concluye.

Las diferentes legislaciones en materia de experimentación animal, han endurecido enormemente las condiciones de experimentación animal, con la obligatoriedad de personal formado y estabularios con unas condiciones que hacían que muchos centros de investigación, tuvieran que dejar de investigar o utilizar otros animales (peces y moluscos) al no poder cumplir con los requisitos de bienestar animal al obligaban las diferentes leyes.

Por otra parte, la realidad de la experimentación animal, es que uno puede pensar que se utilizan ratones o peces como quien va a la fuente a por agua pero la realidad es MUY diferente. Los criterios de concesión de permisos se han endurecido, se dan todas las trabas posibles a la investigación in vivo y antes de autorizar una investigación in vivo se obliga a agotar todas las vías in vitro (cultivos celulares, bacterias, modelos informáticos, etc etc…).

Una vez esto, las investigaciones se revisan una y otra vez hasta que se demuestra que no queda otra alternativa y se demuestra que es necesaria la investigación, y se autoriza finalmente el uso de animales in vivo con muchos condicionantes.

Esto que explico, lo explica bien Carmen Agustín Pavón en Investigación y Ciencia (De ratones, pulpos y moscas: las 3 Rs) sobre el funcionamiento en Reino Unido, aunque en el resto de la UE la situación es muy similar.

En este proyecto ha de figurar de forma clara el número máximo de animales y el límite de sufrimiento al que está permitido someterlos (por ejemplo, la producción de modelos animales modificados genéticamente para investigar enfermedades humanas se considera en sí un procedimiento severo, y se somete a los controles más estrictos). Además, el proyecto incluye una búsqueda bibliográfica actualizada, para asegurar que los experimentos propuestos no son redundantes.

Este proyecto se envía al comité de ética (formado por veterinarios, expertos en bienestar animal e investigadores) para su evaluación, que normalmente propone modificaciones y mejoras que el investigador debe incluir, hasta que todos sus miembros están de acuerdo en que el proyecto cumple con los objetivos de la legislación europea vigente (normalmente en este proceso se invierten semanas e incluso meses de trabajo, y varios borradores y versiones, hasta que se acepta la versión definitiva). Nuevamente, este proyecto ha de ser validado por la Consejería (o el Ministerio de Interior, en Reino Unido) antes de que se pueda tocar un solo animal. En Cataluña, estos proyectos se revisan anualmente, y el comité de ética suele proponer modificaciones si han surgido nuevas técnicas, o si nuevos resultados invalidan que se siga investigando en la línea propuesta. En Reino Unido son válidos por cinco años.

Nunca se puede rebasar el número máximo de animales especificado, ni someter a los animales a técnicas que no se recojan en el proyecto. Si un investigador no sigue las reglas (y por ejemplo en Reino Unido hay visitas imprevistas de inspectores del Ministerio a las instalaciones que trabajan con animales casi cada semana), se le retira la licencia y se impide que siga desarrollando su trabajo. Esta es sólo una de las razones por las que el investigador es el primer interesado en cumplir con las reglas que promueven el bienestar animal.

Aunque quizás la razón principal de por qué investigar con animales es un coñazo… es que es MUY CARO. Las nuevas condiciones de los estabularios hicieron que en muchos lugares no se pudiera realizar investigación por todas las nuevas condiciones que se impusieron, la necesidad de tener personal formado y especializado dedicado exclusivamente a esto, los costes en materia de alimentación, limpieza, refrigeración, tipos de animales, etc…

Esto hizo que en muchas facultades, las prácticas con animales se haya casi llegado a una prohibición encubierta (no se dan permisos para unas prácticas in vivo o no hay dinero para comprar animales) con lo que se enseña con modelos de ordenador que para unos chavales, bien vale.

Teniendo superordenadores ¿por qué seguimos empleando animales?

Vivimos en la era de la información, tenemos misiones en Marte, unos superordenadores capaces de hacer tropecientos cálculos a la vez, pero ¿por qué seguimos empleando animales? Porque de momento no hay alternativa.

En los últimos años se ha invertido mucho dinero en la búsqueda de alternativas a la investigación animal (270 Millones entre 2007 y 2011 y no los 4 Millones de los que habla Ruth Toledano ya que obvia los diferentes proyectos comunitarios en la materia, en los que se fue priorizando aquellos en los que no emplearan técnicas in vivo o en el desarrollo de modelos informáticos) pero a pesar de ello seguimos dependiendo de los animales.

A día de hoy, aún no somos capaces de replicar las condiciones reales en un modelo de ordenador y además, para poder replicar las condiciones reales, primero hay que investigar en animales in vivo y si se endurecen las condicionesal final tienes la pescadilla que se muerde la cola.

La práctica totalidad de investigaciones en medicina regenerativa o contra el cáncer serían imposibles sin utilizar a los animales in vivo, porque aunque en células tumorales sí podrías emplear cultivos celulares y utilizar determinado fármaco, lo que obtienes es una aproximación a cómo proliferan y cómo reaccionan ante diferentes fármacos.

El gran problema, es que en un cultivo celular no sabes cómo van a reaccionar otras células al tratamiento, si va a ser tóxico en otros órganos, etc. y en un modelo informático es altamente impreciso porque faltan muchos datos bioquímicos por conocer.

Y ya hemos logrado un avance gigantesco con la aparición de los ratones knockout, ratones modificados por ingeniería genética en los que podemos silenciar o activar determinado gen para conocer la respuesta y que han supuesto un avance brutal en materia de investigación, reduciendo el uso de animales, ya que por decirlo fácil, son animales a la carta en los que reduces costos, tiempos y uso de animales hasta obtener la variabilidad que necesitas…pero sigues necesitando animales in vivo.

Roberto Prada explica bien este problema del remplazamiento en Algunas consideraciones éticas sobre la investigación con animales (II)

El problema principal es que la estrategia de reemplazamiento no siempre es posible, de hecho es imposible en una multitud de casos. Algunas de las alternativas propuestas tienen que ver con la observación y el uso de cultivos de tejidos y de simulaciones informáticas. Son alternativas que pueden tener cabida en casos particulares, pero no pueden generalizarse a toda la investigación por razones obvias. Las observaciones de campo, sin intervenir sobre los animales, no pueden proporcionarnos información básica y fundamental sobre los principios de su funcionamiento. Los cultivos de células y tejidos son útiles, ya que pueden revelarnos el funcionamiento de algunos procesos celulares, pero la comprensión total y situación de esos procesos en el sistema que representa el organismo completo, y cómo se relacionan con otros procesos, solo pueden investigarse en organismos completos. También se emplean cultivos de microorganismos para hacer estudios de mutación y carcinogenicidad, como Salmonella typhimurium, que antes se hacían en animales, e invertebrados como la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), un clásico de la investigación genética. El estudio con plantas sirve también para conocer algunos procesos moleculares básicos. Pero debe entenderse que cuanto más nos alejemos del ser humano, más limitadas serán las investigaciones y extrapolaciones que podamos realizar. Recordemos que lo que usemos para modelizar el problema, debe ser comparable al objeto real en los rasgos o funciones que nos interesa estudiar. Creo que se entiende fácilmente que si queremos estudiar fenómenos como el aprendizaje, la personalidad o la inteligencia humanas, y las patologías relacionadas con ellos, las plantas y las moscas no nos servirán demasiado. Aún más obvio resulta el estudio del comportamiento. La conducta es la puesta en acción de un animal. Sin animal no hay, pues, conducta posible. Las simulaciones informáticas serían lo ideal si no fuera porque programar un ordenador para que simule exactamente cómo sería un determinado fenómeno implica tener de antemano un conocimiento profundo del fenómeno en cuestión que, ¿cómo lo obtenemos? Como señala Carlson, si pudiéramos programar un ordenador de esa manera significaría que ya tenemos todas las respuestas. Y en este tipo de investigaciones, como han señalado Conn y Parker (1998), «los científicos dependen de los ordenadores para procesar los datos que ya poseen, pero no pueden usarlos para explorar lo desconocido en busca de nueva información».

Como bien recuerda Manuel en lacienciaysusdemonios

Por todo ello, para poder conocer como se metaboliza una determinada sustancia, se requiere un organismo completo. Por ejemplo, cuando se descubre un nuevo antibiótico, los experimentos “in vitro” nos pueden demostrar su efectividad sobre un determinado patógeno. Pero para saber cuál es su absorción, su toxicidad, su metabolismo y su excreción del primero se prueba en un animal modelo en ensayos que contesten esas preguntas. Sólo entonces, si todo funciona según lo previsto pasa a la siguiente fase, en la que se administra a voluntarios humanos.

Quizás la mejor reflexión, la realiza Anna Celma en Un día en el estabulario, ficción verídica y cómo seguimos necesitando de ellos para poder curarnos o simplemente para poder vivir.

Si de verdad hubiera una alternativa los investigadores serían los más interesados en dejar de utilizar a los animales, porque con menos dinero y en menos tiempo, podrían hacer mucho más, pero por el momento no se puede, porque no hay alternativas viables que puedan dar la información que sí nos aporta un animal.

Más información

Es Materia – “En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica”

Naukas – Ciencia y política. PODEMOS, Europa y los transgénicos

Sergio Parra – El patinazo científico de Podemos, la formación política liderada por Pablo Iglesias

20 Minutos – El ecologismo no debe caer en la trampa animalista

De política y ciencia: la racionalidad constreñida

La casta científica y el paradigma ético de Podemos

Moncadista – Casta científica

Pepe Cervera – Contra la irracionalidad

Clara Grima – La casta científica y nuestra esperanza de vida

Boe – Real Decreto 1201/2005, de 10 de octubre, sobre protección de los animales utilizados para experimentación y otros fines científicos

BOE – Real Decreto 53/2013, de 1 de febrero, por el que se establecen las normas básicas aplicables para la protección de los animales utilizados en experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia.

Cienciasycosas – Mitos y realidades de la experimentación con animales

La Información – La UE impone requisitos más estrictos a la experimentación con animales

Sin experimentación animal no habría medicina moderna

¿Son imprescindibles los animales de experimentación?

Hablando de ciencia – Algunas consideraciones éticas sobre la investigación con animales (II)

Naukas – ¿Cuántos animales se usan a lo largo de tu vida en alimentación e investigación?

Investigación y Ciencia – (De ratones, pulpos y moscas: las 3 Rs)

Acerca de andresrguez

Doctor por la Universidade de Vigo. Campo de especialización: comportamiento del plomo en suelos mineros, urbanos y campos de tiro, a través de técnicas espectroscópicas, toxicológicas y aplicación de nanopartículas.
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28 respuestas a Ruth Toledano o cómo hablar de experimentación animal sin tener ni idea #castacientífica

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  3. Luis Tovar dijo:

    Bueno, es muy fácil criticar el texto de Toledano, porque es un artículo mediocre tanto a nivel argumentativo como estilístico (al igual que muchas de las respuestas que recibe), pero los defensores del especismo se cuidan mucho de ignorar deliberadamente todas las refutaciones bien argumentadas contra la legimitidad de la experimentación animal, tanto desde un punto de vista empírico como moral. Sin ir más lejos, en el blog de «La ciencia y sus demonios», el cual citas, borraron mis últimos intervenciones y cerraron los comentarios para que no pudiera replicar sus respuestas. En el artículo de Roberto Prada, que también citas, comenté y refuté todas sus argumentaciones. Asimismo, dentro del ámbito académico hay muchos trabajos que refutan la moralidad y la supuesta necesidad de la experimentación sobre animales nohumanos como, por ejemplo, los de Tom Regan, Michael Allen Fox, o Gary Francione:

    http://enfoqueabolicionista.blogspot.com.es/search/label/vivisección

    Pero, claro, esto no interesa. Es mucho mejor responder a textos mediocres como el de Toledano que ponen en bandeja la oportunidad para hacer una refutación fácil y adaptada a los propios prejuicios.

    Eso de que «no hay alternativa» es muy fácil de comprobar que es completamente falso. Para empezar, se podrían usar a seres humanos en lugar de los animales nohumanos. Desde un punto de vista puramente *empírico*, hay alternativa. Que esa alternativa sea moralmente aceptable es otra cuestión diferente. Por tanto, es falso que no haya alternativa. Lo que hay es especismo: se discrimina moralmente a los humanos del resto de animales. Para plantear el debate *moral* correctamente habría que discutir qué supuestas razones justifican dicha discriminación.

    Por otro lado, para afrontar el debate *empírico* acerca del uso de animales nohumanos, primero habría que distinguir entre 1) utilidad; 2) beneficio; y 3) necesidad. Esas categorías son distintas y singulares. Sin embargo, a menudo se utilizan como sinónimos erróneamente. Quien que no sabe distinguir entre ellas no puede explicar ni argumentar nada sobre este tema con un mínimo de claridad mental. Y ciertamente la mayoría de la gente no parece distinguirlas en absoluto. Como tampoco saben distinguir entre los que es ético y lo que es puramente empírico o factual.

    Por cierto, toda esa argumentación referida a la legislación es completamente absurda y fuera de lugar. Primero; porque no es una justificación moral. Segundo; porque esa legislación no explica nada acerca de la supuesta necesidad, utilidad o beneficio del uso de animales nohumanos.

    O sea que mostrar una foto de un animal siendo utilizado o asesinado en un laboratorio es «sensacionalista» ¿pero no lo es decir que si dejamos de utilizar a los demás animales entonces nos vamos a morir todos? Esto último más que sensacionalista, es una pura mentira tal cual que se utiliza habitualmente para defender el especismo en la ciencia: el argumento apocalíptico sin fundamento.

    Para intentar justificar el uso de animales nohumanos siempre se recurre a hablar de terapias y remedios como las vacunas, que hace ya décadas que no necesitan el uso de animales para ser fabricadas. O se habla de «curar el cáncer» cuando hasta el momento no existe ninguna evidencia real de que tal cosa sea siquiera posible. Lo que sí hay es mucho deseo de conseguirlo, pero nada más. También se recurrre insistentemente en alegar que necesitamos usar a otros animales para probar la toxicidad o viabilidad de las sustancias y los medicamentos, pero lo que no se dice es la poca, y a menudo nula, fiabilidad que aportan esos experimentos específicos como indican las propias estadísticas:

    http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/23/actualidad/1374578177_334417.html

    No es mi intención debatir la utilidad de esos experimentos, sino dejar claro que las argumentaciones especistas (a favor del uso de animales nohumanos) son sesgadas, omiten datos, y exponen afirmaciones falsas o deliberadamente distorsionadas. Y en lo que respecta a las «alternativas» lo cierto es que no sólo existen ya esas alternativas (como sucede en la producción de insulina y otras áreas) sino que objetivamente son más eficiente y fiables, aunque algunas necesiten todavía ser desarrolladas, como es el caso del cultivo de órganos en chips:

    http://axxon.com.ar/noticias/2012/07/construir-un-organo-en-un-chip/

    ¿Y si todo el inmenso dinero, tiempo y esfuerzo que se enfoca en el uso de animales nohumanos se centrara mejor en estas nuevas tecnologías? Seguramente obtendríamos un mayor progreso de la ciencia y la medicina. Los que nos oponemos al uso de otros animales no estamos en contra de la ciencia sino que estamos a favor. A favor de una ciencia que progrese de forma ética.

    En todo caso, el debate limitado a la cuestión empírica es complejo porque están involucrados diversos elementos y categorías, y necesita una exposición más detallada, pero yo entiendo que en realidad el verdadero fondo de la cuestión es de tipo moral.

    Dejando a un lado el tema de la ciencia, lo que sí está totalmente claro es que los humanos no necesitamos utilizar a otros animales para comida, para vestimenta, o para entretenimiento. Entonces, ¿por qué se les sigue utilizando para estos fines cuando no tenemos *ninguna* necesidad de ello? La necesidad no se puede esgrimir como argumento razonable. Lo hacemos por mero placer, tradición o conveniencia. La única causa está en el prejuicio especista que considera que los demás animales son seres «inferiores» que existen para ser utilizados en nuestro beneficio. Éste es el verdadero problema de fondo y la verdadera cuestión a afrontar.

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    • andresrguez dijo:

      Gracias por el comentario, aunque el hecho «se podrían usar a seres humanos en lugar de los animales nohumanos»… demuestra que tienes poco cariño a tus congéneres…

      De todas formas, si crees que es la solución, puedes presentarte voluntario y creo que TODOS los investigadores del mundo estarían encantados ya de probar en ti el tratamiento…

      Lo siento, pero he dejado de leer en cuanto ví semejante chorrada. Joder :facepalm:

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      • Toby dijo:

        Estoy contigo (aunque yo si he leído su comentario completo). Creo que pensar que el especismo científico es una lacra a corregir es un problema grave y si no sabes porqué es más grave aún…

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      • Luis Tovar dijo:

        Gracias por confirmar lo que denuncio desde el comienzo de mi comentario.

        Por cierto, mencionar un hecho no es mostrar una preferencia. Decir que «las mujeres podrían ser violadas por los hombres» no significa desear que suceda tal cosa, es simplemente señalar una posibilidad real. Yo me he limitado a señalar que es posible usar a seres humanos del mismo modo que utilizamos a otros animales y que, de hecho, esta práctica sería mucho más eficaz desde el punto de vista científico. Lo señalo para refutar el argumento de que «no hay alternativas». Claro que las hay, y ésa es una de ellas, aunque no la única, pero es igual de inmoral que utilizar a los animales nohumanos.

        El intento de atribuirme una motivación basada en un supuesto sentimiento de desprecio es una falacia ad-hominem (ataque personal) muy usada por quienes defienden el racismo o el nacionalismo. A quienes critican tales ideologías sus partidarios les acusan de no amar a su raza o su patria. Cuando alguien critica el especismo se usa la misma falacia para acusarle de no amar a su especie o incluso de odiarla. Cuando no hay argumentos pues ya se sabe que sólo queda el ataque personal.

        La solución correcta a este problema ya he expuesto claramente cuál considero que es: dejar de discriminar moralmente a los demás animales e implementar y desarrollar técnicas que no utilicen a otros animales. Esto es ética; y todo lo demás es meramente la imposición de poder del más fuerte sobre quienes son más débiles y no se pueden defender para proteger su vida y su libertad.

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    • Raúl dijo:

      La extraordinaria complejidad y variabilidad de los organismos vivos hace desgraciadamente necesaria la experimentación in vivo. El entramado de reacciones y relaciones entre diferentes moléculas, tejidos y organos aparentemente independientes es tan extenso y todavia desconocido que hace que incluso tiempo después de comercializar un fármaco ( que ha demostrado seguridad y eficacia en múltiples ensayos ) encontremos nuevas aplicaciones, incompatibilidades o efectos adversos que no estaban descritos.
      Obviamente estoy de acuerdo con la experimentación racional y creo que toda legislación es susceptible de ser revisada y mejorada. No lo considero «prejuicio especista», lo encuentro sentido común.

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      • Luis Tovar dijo:

        Nada de eso justifica utilizar a otros animales. Ellos no han dado su consentimiento para ser usados; y al utilizarlos estamos violando sus intereses, entre los que se incluye el deseo de conservar su vida y evitar el daño.

        Lo cierto es que el hecho de que algo fuera supuestamente «necesario» no lo hace moralmente aceptable. El hecho de que alguien necesitara desesperadamente un transplante de órgano para poder vivir no justifica que utilice o asesine a inocentes para conseguirlo. La necesidad no otorga legitimidad moral.

        Desde el punto de vista científico, dado que las terapias y medicamentos están destinados a los seres humanos, lo más efectivo sería probarlas directamente en seres humanos. ¿Por qué no utilizar a los seres humanos del mismo modo que utilizamos a otros animales? Si atendemos solamente al criterio de utilidad y eficacia, usar a seres humanos sería sin duda lo más útil. ¿Por qué cuando se trata de seres humanos no aplicamos ese mismo criterio utilitario?

        No hay nada de racional en discriminar a otros animales que sabemos que sienten, sufren y desean. Discriminar sus interes por el mero hecho de no ser humanos es irracional; es especismo. Esto es un prejuicio basado en discriminar a los individuos de acuerdo a la especie a la que pertenezcan; ignorando y menospreciando los intereses de aquellos que no pertenecen a «la especie elegida». Funciona igual que el racismo y el sexismo. Y tiene también las mismas implicaciones nefastas para sus víctimas.

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        • Raúl dijo:

          No, si tienes razón en que la «superioridad» no justifica el uso de individuos que no hayan dado su consentimiento, sean d la especie q sean, pero aunque suene tremendamente egoísta prefiero inducirle un fallo hepático a un «ratoncito» antes que a un humano. Si no resulta tóxico para el ratón ya decido después si me la juego con el humano.
          Justo? No, pero bajo mi punto de vista necesario.
          Es justo que no mire en que condiciones se ha cosido la toda la ropa que llevo puesta? No, y esto si que es evitable

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        • Spidermanzan dijo:

          Pregunta seria. Dado que mueren infinitamente más ratones en las trampas que pone la gente en sus casas para que no les invadan que en los laboratorios, ¿se debe prohibir eso también? No creo que el morir porque una viga de hierro enorme te parta por la mitad sea una muerte agradable.

          Y otra que nunca se me responde. Si un agricultor tiene una plaga, digamos de ratones por no salirnos de la especie, ¿no debe combatirla? ¿Tiene que dejar que acaben con su cosecha?

          Siempre se me acusa de llevar las cosas al ridículo, pero eso son situaciones diarias, que matan infinitos más animales que la investigación. Por eso querría saber cómo se actuaría en un mundo animalista. Así ya decido qué me parece la idea.

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        • Luis Tovar dijo:

          A mi modo de ver, se debería prohibir cualquier medida letal que atente contra las vidas de otros animales, sin importar si son humanos o nohumanos. La especie es irrelevante. Tenemos la suficiente inteligencia y teconología, me parece, como para poder implementar de forma efectiva medidas no-letales que puedan solucionar o remediar estos conflictos. Sólo hay que tener voluntad de hacerlo. Ésta es la cuestión.

          Si un agricultor sufre robos de sus cultivos por parte de seres humanos ¿qué medidas moralmente aceptables puede utilizar para evitarlo? Plantear problemas o dilemas morales atendiendo a la especie de los individuos ya es un síntoma de especismo. Este problema puede tener varias respuestas dependiendo del contexto, pero creer que unos animales merecen diferente consideración por ser de determinada especie es ya un problema en sí mismo.

          De todos modos, las situaciones de conflicto no pertenecen a la misma categoría que las situaciones de explotación. No hay ningun conflicto entre nosotros y los animales que explotamos. Los utilizamos para servirnos de comida, de vestimenta, de entretenimiento, de meras herramientas para nuestros fines. Esto es injusto en sí mismo. ¿Qué relevancia tiene que tengamos un conflicto con otros animales libres para determinar un criterio básico de consideración moral? Ninguna en absoluto. ¿Acaso el hecho de que tengamos conflictos con otros humanos significa que está bien esclavizar a seres humanos o discriminarlos moralmente por motivo de raza o sexo? Si la ética es racional, entonces se basará en principios objetivos, y no en situaciones circunstanciales.

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      • Luis Tovar dijo:

        Bueno, aunque estemos totalmente en desacuerdo en nuestra posturas morales, al menos se agradece que haya quienes reconozcan abiertamente que explotamos a los demás animales por puro egoísmo, y que ninguna razón moral puede justificarlo. Podemos estar en desacuerdo en muchas cosas, pero al menos hay honestidad, que ya es mucho.

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        • Spidermanzan dijo:

          Gracias por responder y no excusarse como hacen otros. Me parece tu postura lógica, no la comparto en absoluto, pero me parece lógica.

          La distinción entre conflicto y utilización me parece algo arbitraria. A mí no me parece bien que se esclavicen personas, evidentemente, pero tampoco que haya un conflicto se empiece una guerra y se les mate. De hecho, me parece igual de mal. Por eso me parece curioso que se haga tanto hincapié en el tema de la experimentación, que mata a un número irrisorio de animales, y menos en cuestiones como el control de plagas.

          Por otro lado, no sé si conoces a muchos agricultores, pero te podrán explicar que sin métodos de fumigación (que al final matan a los animales) se perderían infinitas cosechas. En el primer mundo quizás nos lo podamos permitir, pagando más, pero en otros sitios eso haría que mucha gente muriese. Si consideras que la vida de un saltamontes vale lo mismo que la de una persona tu postura es lógica, si no lo consideras no.

          Me parece curioso este debate, sobre todo considerando que tenéis la batalla perdida de antemano. Podéis ganar en derechos de las mascotas, o en condiciones más humanas para los animales, pero no podéis conseguir lo que propones. Nadie va voluntariamente a dejar a su familia pasar hambre por no fumigar. De hecho, la gente más humilde y que más convive con los animales suele ser la que tiene menos reparos luego en comérselos. Esto es un movimiento exclusivo de un primer mundo donde podemos pensar que es realizable gracias a que hay un tercer mundo proporcionándonos de todo.

          Un saludo y gracias por responde.

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        • Luis Tovar dijo:

          Bueno, yo considero que la ética debe basarse puramente en la razón, igual que la ciencia, y esto significa atenerse a la lógica y los hechos probados. Y es por eso que veo claramente que no es lógico de ningún modo discriminar a los demás animales de la comunidad moral, por las razones que he aducido anteriormente.

          La distinción entre conflicto y utilzación no me parece arbitraria, sino lógica. Son dos conceptos distintos, dos categorías de significado diferentes. No digo que una sea menos importante que otra, simplemente las distingo. Lo que señalo es que una situación de conflicto entre humanos y nohumanos puede tener varias respuestas dependiendo de los factores implicados; pero una situación que implique utilizar a otros animales sería siempre éticamente injusta. Es decir, en una situación de conflicto podría estar justificado excepcionalmente matar a otro animal en caso de defensa propia (igual que en el caso de humanos) pero matar a otro animales para nuestro beneficio, para usarlo como un medio para nuestros fines, es explotación y no se puede justificar moralmente.

          Cuando dices que «se hace tanto hincapié en el tema de experimentación» lo cierto es que no sé a qué te refieres ni a quién te refieres. De todos modos, cualquier víctima de la injusticia es igual de importante que otra sin importar el motivo de su desgracia. El número es una cuestión irrelevante. Las personas no son números, sino individuos singulares cada uno con su propia personalidad e intereses. A mi modo de ver, no se justifica menospreciar ningún crimen simplemente porque afecte a menos personas que otras.

          En cualquier caso, quienes hacemos activismo por el veganismo nos centramos en el tema de la alimentación (y el consumo personal en general) pero no porque las víctimas de la explotación alimentaria merezcan más atención que las demás, sino porque la mejor y más efectiva forma de ayudar a los demás animales es dejar de consumirlos. También es la forma más fácil y directa de hacerlo. Si a alguien le importan los demás animales debería dejar de comerlos. No necesitamos usar a otros animales como alimento para poder vivir y estar sanos. En el ámbito de la ciencia, el argumento de la necesidad me parece como mínimo cuestionable, pero en otros ámbitos como la alimentación (o la vestimenta) ese argumento de la necesidad está totalmente fuera de lugar.

          No se trata de si *yo* considero que la vida de un saltamomente tiene el mismo valor que la de un ser humano, como si fuera una cuestión de preferencia o gusto personal. Se trata de razonar si tienen, o no, el mismo valor. Se trata de principios objetivos y evidencias empíricas. Creer que la moral se basa en gustos o valoraciones subjetivas es una postura intrínsecamente irracional, es decir, se basa en emociones o sentimientos personales, no en razones.

          Eso de que tenemos «la batalla perdida de antemano» parece propio de alguien que se considera capacitado nada menos que para predecir el futuro ¿Eso no es muy racional, verdad? Nadie puede predecir el futuro, por tanto parece que alguien confunde la realidad con su imaginación. Lo mismo se decía hace siglos respecto de abolición legal de la esclavitud humana o acerca de la opresión patriarcal sobre la mujer. Y sin embargo, ha habido un importante progreso moral al respecto. Pero yo no voy a pretender predecir el futuro y me limitaré a hablar de la realidad presente.

          Creo que haces algunas afirmaciones sin fundamento y presunciones erróneas que no voy a entrar a discutir por falta de espacio y porque no me parece el contexto apropiado. Simplemente las señalaré muy concisamente.

          Primero, la fumigación es una actividad inventada en el siglo XX, pero antes de que se inventara ya existía la agricultura y la gente vivía de ella. Por tanto, lo de que fumigar es «necesario» para poder alimentarnos no es estricamente cierto. La fumigación aumenta el rendimiento de los cultivos, y esto es necesario si lo que se pretende es aumentar el producto de la cosecha para aumentar el número de población. Por tanto, se trata de dos aspectos diferentes.

          Aparte, aunque alguien necesitara fumigar con el fin de evitar que otros animales se coman sus cosechas esto no significa que necesite *explotar* a otros animales para vivir, ni tampoco justifica que lo haga. Aunque alguien necesitara matar a los humanos que roban sus cosechas para evitar que le quiten su alimento, esto no justifica ni hace necesario que practique el canibalismo ¿verdad?

          Si cometemos cinco males y podemos evitar cuatro de ellos, entonces no es excusa decir que vamos a seguir cometiéndolos igualmente porque no podemos eliminarlos todos. Respecto de los demás animales sucede algo muy similar. Podemos fácilmente evitar casi todo el daño que les causamos directamente con un sencillo cambio de hábitos (aplicando el veganismo) aunque eso no elimine por completo todo el perjuicio.

          Pero lo que está claro que nadie va a dejar de hacer daño voluntariamente a otros animales mientras siga considérandolos como meros objetos o recursos que existen para satisfacer nuestras necesidades. Éste es el verdadero fondo de la cuestión, y no otro.

          Por cierto, las «mascotas» no pueden tener derechos *legales*, porque jurídicamente son propiedades y las propiedades de cualquier tipo no pueden tener derechos. Sólo pueden tener derechos *legales* los entes considerados personas. Por otra parte, tampoco pido ni busco unas supuestas «mejores condiciones» para los nohumanos esclavizados (condiciones que en realidad sólo sirven para hacer más eficiente su explotación) sino que lo reivindico, por justicia, es el fin de su explotación.

          Eso de que «este movimiento» es exclusivo del «primer mundo» también es falso. Yo tengo contacto personal con veganos y activistas de Sudáfrica, de México, de Turquía, de Etiopía, y de otros muchos países (sobre todo en Latinoamérica por una cuestión cultural) que me parece que no son del «primer mundo». En todos esos países es igualmente posible vivir sin explotar a los demás animales, y hay un movimiento abolicionista formado por miles de activistas.

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        • Spidermanzan dijo:

          Puf, esto me recuerda a mis discusiones con Paulino, un acientífico que pululaba por los foros de física escribiendo tochos enormes que al final no venían a decir nada. Yo en cambio, seré breve:

          1. Tu uso de la palabra «lógica» es totalmente absurdo. Es lógico lo que a ti te sale de las narices e ilógico lo que dicen los demás. Sin argumentos. Es así y se acabó.

          2. Dices que la fumigación no es necesaria porque antes del siglo XX no se usaba. Muy bien, campeón, ¿sabes cuanta gente moría de hambre antes del siglo XX por las plagas? ¿Sabes cuanta gente sigue muriendo? No es cuestión de aumentar la población, es cuestión de no dejar al azar si vives o mueres.

          3. Que no tenéis futuro es mi opinión. No es lógico o ilógico, es una opinión. Una opinión bien fundamentada, ya que el movimiento animalista es totalmente minoritario en países desarrollados y prácticamente inexistente en los demás. Por supuesto que tienes miles de amigos animalistas en cualquier sitio, porque en el mundo hay 7000 millones de personas. Ahora, sigue siendo poco menos que simbólico.

          Curiosamente me acusas de hacer predicciones, de que eso es ilógico, y luego te lanzas a hacerlas tú. Todo muy lógico y racional.

          4. La separación entre explotación y conflicto sigue siendo totalmente arbitraria. Es curioso que peques de lo mismo que acusas a los demás.

          5. Clamas que es irracional separar a los humanos del resto de especies, pero igual de irracional es poner la línea ahí y no seguir bajando a las esponjas, los hongos, las plantas. Que quieres poner la línea en los organismos con sistema nervioso. Eso es tan arbitrario como ponerla en saber recitar a Shakespeare.

          6. «Se trata de razonar si tienen, o no, el mismo valor. Se trata de principios objetivos y evidencias empíricas.»

          Pues hasta el momento no has dado ni uno.

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        • Luis Tovar dijo:

          Tu forma de insultar y despreciar, por muy sutil o indirecta que pretenda ser, no deja de ser una forma de insultar y despreciar, es decir, de no argumentar.

          Mi uso de la palabra «lógica» no tiene nada de absurdo. La uso en el sentido tradicional que hace referencia a constantes objetivas universales como el principio de identidad o el principio de no-contradicción.

          No sé qué pretendes decir preguntando cuánta gente moría antes de la fumigación. Eso no demuestra nada. Millones de seres humanos siguen muriendo hoy en día. Muriendo de hambre literalmente. No argumentas nada.

          Yo he dicho que la fumigación no es necesaria. Y el hecho de que durante muchos miles de años los humanos hayan sobrevivido y prosperado sin fumigación demuestra que lo que digo es cierto. Otra cosa es que, como ya dije, la fumigación pueda aumentar el rendimiento agrícola. Pero eso sólo demuestra que es beneficiosa para aumentar la esperanza de vida humana y su población total, pero no demuestra que necesaria para la supervivencia.

          Ciertamente lo único que aportas son opiniones subjetivas, y no argumentos.

          Que el movimiento animalista sea minoritario no significa nada. Eso no implica que sea un error o que no vaya a conseguir sus objetivos. También fueron minoritarios el movimiento abolicionista, o el movimiento femenista o el movimiento por los derechos civiles.

          No, no tengo «miles de amigos animalistas». Sólo he dicho que en países que no son del «primer mundo» hay miles de activistas veganos. En general, veo que incurres mucho en torcer mis palabras y distorsionarlas.

          No es que te «acuse» de pretender predecir el futuro sino que me limito a señalar que lo has hecho. Has dicho que tal cosa iba a ocurrir (o que nunca iba a ocurrir) como si conocieras el futuro. En cambio, yo no he hecho ninguna predicción de futuro. Eres tú el que acusa, y acusa de cosas que son falsas, además.

          La separación entre conflicto y explotación no es arbitraria. Cada término hace referencia a categorías y significados distintos que no son sinónimos.

          Te repito que yo no he «acusado» de nada a nadie. Me limito a señalar hechos objetivos o razonamientos lógicos. Eres tú quien me acusas de cosas que son falsas y distorsionas completamente lo que dicho.

          Por cierto, yo no he afirmado tal cual que sea irracional «separar» entre humanos y nohumanos. Depende de qué tipo de separación se trate. Lo que yo he dicho exactamente que es irracional discriminar moralmente entre individuos basándose en la especie (igual que lo es discriminar por la raza o el sexo) en lo concerniente a la consideración que merecen. Puesto que si la ética consiste en la consideración igualitario de los individuos y sus intereses, entonces esos individuos y sus intereses deben ser tratados de forma igual.

          No es arbitrario trazar la «línea» entre seres sintientes (con sistema nervioso centralizado) y seres no-sintientes (sin sistema nervioso). Porque los primeros poseen intereses, son seres conscientes, pero los segundos no. Si un ser no puede experimentar sensaciones ni tener deseos o intenciones, entonces no tiene valor intrínseco. No tiene valor moral. Pues es precisamente la posesión de valor intrínseco lo que distingue moralmente a las personas de las cosas; a los sujetos de los objetos. Estos últimos sólo tendrían valor extrínseco o instrumental.

          Todo esto último que explico son nociones muy básicas de filosofía moral. No estoy inventando nada. Lo lamentable es que tanta gente las ignore. Lo cual es incluso más grave que ignorar nociones elementales de ciencia como la evolución.

          Lo único que he expuesto son datos objetivos y razonamientos lógicos. Tú puedes negarlos por resentimiento, o por el motivo que sea, pero ahí están.

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    • Spidermanzan dijo:

      Experimentos con humanos se hacen a diario. Donde vivo yo (Boston) hay anuncios en el metro pidiendo voluntarios. Ahora bien, hay que probarlos antes en animales para ver si son seguros o no.

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      • raul dijo:

        La medicina veterinaria suele ir, como es lógico, por detrás de la humana. Muchas veces, ante una patología animal para la cual no existe todavía un tratamiento comercializado, tenemos que recurrir a fármacos de eficacia y seguridad probada para los humanos pero que todavía no se han ensayado en un numero representativo de animales de la especie a tratar. Ese mismo fármaco fue probado antes en otras especies diferentes antes de utilizarse en humanos.
        Como veterinario clínico admito que un perro nunca entiende mis intenciones . Esta claro que mi objetivo es intentar solucionar su problema o por lo menos mejorar su calidad de vida, para lo cual en ocasiones me veo obligado a utilizar drogas basándome en estudios realizados con un numero reducido de individuos sin poder prever si funcionaran o empeoraran su estado. Dudo que el animal entienda los riesgos y voluntariamente consienta, pero dada mi intencionalidad esto no me plantea un dilema ético.

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      • Luis Tovar dijo:

        Precisamente se hacen experimentos con humanos porque es la *única* forma de saber cómo reaccionan las sustancias y los medicamentos en seres humanos. Al menos mientras no se desarrolle el cultivo de órganos en chips. La toxicidad o efectividad de las sustancias varía muchísimo entre especies. E incluso entre individuos de la misma especie las reacciones pueden ser dispares.

        Además, esos experimentos con seres humanos se realizan con su *consentimiento*, ¿no? O eso espero al menos. Pero ¿y si se les forzara a ello? Eso sería explotación. Es una violación de sus derechos básicos. Si es inmoral forzar a los humanos a ser sujetos de experimentación, también lo es hacer lo mismo con otros animales. Todos los seres dotados de sensación valoran su propia vida y desean conservarla y protegerla del daño. Discriminarlos moralmente en base a la especie es tan injustificado como discriminarlos de acuerdo a su raza o su sexo.

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  5. Raúl. dijo:

    Sólo quisiera dejar claro que Ruth Toledano será filóloga; pero yo también lo soy, y no por eso me identifico en absoluto con ninguna gilipollez que esta señora o parecidos individuos puedan defender… Como humanista, creo que mi deber es estar al lado de la razón y de la ciencia. Y como persona de izquierdas, quisiera que por una vez la izquierda de estas latitudes se reconociera hija de la Ilustración, no de Deepak Chopra…

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  6. Spender dijo:

    ¿Tan moralmente superiores se creen los animalistas que no les entra un asomo de duda sobre el sadismo que adjudican a la ‘clase científica’?
    Como en el chiste aquel en el que un hombre escuchaba por la radio de su coche la advertencia de que había un conductor suicida en la autopista y exclamaba ‘¿¿Uno?? ¡pero si son montones!’, esta gente tiene tan claro que la verdad les pertenece que para ellos lo que cuentan miles de investigadores de distintos ámbitos y procedencias no pueden ser más que falsedades.

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  9. satsume dijo:

    Queridos reyes magos:

    Igual que no me gusta que hablen de la experimentación animal sin saber, lamento de verdad hablar sobre las explotaciones ganaderas sin tener ni idea (o no querer tenerla). Tema, creo yo, bastante más complejo por los muy diversos factores que entran en juego.

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  11. Jose M. Muñoz dijo:

    La primera impresión que he tenido al leer los primeros párrafos de este artículo es que debía estar escrito desde un altar instalado en lo más alto del Olimpo de la petulancia. Mire, póngase como usted quiera; critique la falta de rigor, la ausencia de estilo o la carencia de argumentos científicos de peso de quienes critican la experimentación animal, pero asuma que si no fuese precisamente por esos «pesados, iletrados y sensibleros animalistas», ninguna de las leyes que usted menciona -aparentemente lamentándose por su progresiva dureza- y que tienen por objeto proteger los «derechos» de los animales, se habrían aprobado jamás. Así que por lo que a mí respecta, que siga por siempre el movimiento animalista, con sus pros y sus contras.

    Saludos.

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