Anda todo muy revolucionado a cuenta del voto de los llamados «expatriados», alertando de que «ponen trabas porque saben que queremos un cambio» o que «el voto rogado silencia la voz de los expatriados«. El problema de muchos de los «expatriados» es la demagogia interesada con el voto rogado, omitiendo que el sistema actual; a pesar de sus defectos, es mucho mejor que el tongo del anterior sistema. Y no sólo eso: ¿Es cierto que hay 2 Millones de expatriados? ¿Por qué se centra el debate en los supuestos 2 Millones de electores en el extranjero y no en los 4 M. de inmigrantes en España sin derecho a voto? ¿Ciudadanos de 1ª y 2ª?

El voto de los muertos

Desde 2011 en España existe el llamado voto rogado después de la reforma electoral y aprobada por PSOE, PP, PNV, CIU y BNG para aumenar las garantías del proceso electoral, que eran un auténtico fraude electoral tal y como resume el Doctor y periodista Anxo Lugilde, un auténtico experto en  en materia de voto exterior… ya que no deja de ser un periodista en Galicia, la cuna del fraude del CERA (Leer Anxo Lugilde: El voto exterior en Galicia y España: Un mundo de abstención).

En el voto exterior «ocurrían muchas cosas raras», dijo Rajoy en la Sexta. Pero no se refería a los «votantes lázaro» que resucitaban para participar desde el cementerio de la Chacarita. Tampoco aludía a las comidas pagadas por la Diputación de Pontevedra en Buenos Aires en los tiempos de su amigo Louzán, que incluían un servicio de fotocopiadora para gestionar el sufragio de los comensales. Ni hacía mención a los agentes electorales, como la socialista Isabel Blanco que un día se arrepintió y confesó, ni a las redes de recolección masiva de papeletas en Argentina para PSOE y PP. De lo que habló Rajoy fue de las famosas sacas de Venezuela de las autonómicas del 2005, repitiendo la queja que, según Wikileaks, ya había trasladado al embajador de Estados Unidos.

Es cierto que el nuevo sistema ha impuesto trabas a la tramitación del voto en las elecciones para los residentes en el exterior, aunque también es cierto que ahora se puede decir que los votos que entran en la urna son de personas vivas y no de muertos.

Hasta la reforma de 2011, una parte de los votos del CERA eran de personas muertas, ya que hasta ese momento, los únicos requisitos para votar era…remitir el voto… y con las sucesivas reformas, adjuntar a su voto por correo una fotocopia del DNI o pasaporte español bastante fáciles de conseguir en las romerías que se organizaban en países como Argentina donde las fotocopias de los carnés corrían como la espuma.

Ya desde la transición a la democracia en la década de 1970 se estableció que los expatriados españoles podían votar en todo tipo de convocatorias, municipales, autonómicas, generales  y  europeas (Lugilde,  2008: 40-44). Con independencia de su lugar de nacimiento y de su vinculación práctica con España, todos recibían la documentación para votar en el domicilio que constaba en el consulado. Después había que entregarla en el servicio del correo del país de residencia,  sin que se comprobase que quien hacía el  envío fuese el elector. Esta  falta  de  control provocó  que,  sobre  todo  en  el  país  de  mayor  concentración del  electorado, Argentina, existiese un tráfico de sacas enteras de votos y que se creasen redes de recaudación de sufragios cuya recolección se pagaba con un puñado de pesos.

Anxo Lugilde: El voto exterior en Galicia y España: Un mundo de abstención

Un ejemplo de esto por no centrarlo todo en Galicia, tenemos el caso de tres funcionarios del Goven de Baleares, condenados por la contratación de una agente electoral en Argentina.

La causa, incoada el 10 de junio de 1999, indagaba cómo numerosos descendientes de inmigrantes de Baleares que residían en Argentina fueron inscritos en el censo de Formentera, circunscripción clave en los comicios de 1999 para decantar el color del gobierno autonómico, mientras que se habrían pagado con fondos públicos viajes a Sudamérica que, con el objetivo aparente de dinamizar las Casas Regionales radicadas en el exterior, se habrían destinado a la búsqueda de sufragios en beneficio del PP.

CERA y ERTA

El problema de muchas de las personas emigradas, en muchas por no decir demasiadas ocasiones, es desconocer los trámites para votar desde el exterior, y eso pasa por inscribirse en los consulados y en las embajadas, algo que deja muy claro el Ministerio de Exteriores en su web y como bien recordaba @karmegd en Ablogios este mes de Agosto (“Por qué sabíamos que iban a cerrar el CERA y ese no es nuestro gran problema”) o Carlos en Para voto rogado el que tengo aquí colgado

La inscripción les permitirá renovar su documentación, poder acreditar que se es residente en el extranjero y participar en los procesos electorales que se convocan en España, salvo en las elecciones municipales.

Otoño de 2015, Mariano se hace fuerte el La Moncloa mientras le atacan por los cuatro puntos cardinales. Unos emigrados bastante más avispados lo planean por adelantado. Se informan bien para que no se la metan doblada otra vez. Grupos de personas generan toda la información necesaria para que no le pille a nadie a contrapié. Se circula información por Facebook, Twitter, WhatsApp y hasta las asociaciones de emigrados mandan correos electrónicos con qué pasos seguir. El bombardeo informativo es tal que hasta algunos periódicos te explican como hacerlo. Parece que en la administración han aprendido de sus errores, porque ahora permiten que te bajes de internet el impreso de solicitud de voto desde que se convocan las elecciones, cosa que hace cuatro años no se podía. La información de la página web de la embajada no es excelente, pero sí adecuada y está colgada con antelación. Además, te permiten mandar la solicitud por fax a la delegación provincial, acelerando el proceso mucho más. El resultado? Pues precisamente ese: fax mandado, votos recibidos por correo certificado el 4 de Diciembre, leemos las instrucciones y decidimos que iremos a votar a la Embajada. Que también podríamos haberlo mandado por correo certificado a la Embajada, pero teníamos que ir a buscar pasaportes renovados, y ya que estábamos…

Diciembre de 2015, no paro de leer que hay los mismos problemas con el voto rogado (o como mínimo que el porcentaje de votos desde el extranjero será similar a 2011). Que hay personas que van a votar gracias a abstencionistas generosos. Y me pregunto, yo que lo he tenido tan fácil esta vez: qué carajo ha pasado?

El problema es que la mayoría de emigrantes pasa de inscribirse y en ocasiones con razón (ineficiencia y burocracia), aunque eso daría para otro post.

Es cierto que el plazo del CERA (Censo Electoral Residentes Ausentes) cierra pronto (demasiado pronto en ocasiones), pero también es muy cierto que además del CERA existe el ERTA (Electores Residentes Temporalmente Ausentes), con un plazo mucho más ajustado, pero a veces el propio desconocimiento del sistema es el que limita después el poder votar.

Los plazos y los despidos en Correos.

La gran verdad de toda la denuncia de los emigrados son los plazos electorales y la tardanza en la llegada de las papeletas y es que es lentísimo.

Los plazos ya son justos de por sí (se podía rogar el voto hasta el 21 de Noviembre) pero la culpa no hay que buscarla a intereses oscuros del gobierno… la culpa está en los recortes y en la reducción de personal en Correos.

Los mismos recortes que hacen que en navidades se acumulen miles de envíos en Barajas, son los que hacen la lentitud en la tramitación de los votos desde las Juntas provinciales: Entre 2008 y 2013, Correos perdió  (jubilaciones y despidos) más de 14.000 empleados y ya provocó muchos problemas en las elecciones municipales lo que llevó a la huelga a los trabajadores en el mes de Mayo para denunciar los recortes en el servicio.

¿El voto rogado reduce el voto?

Marea Granate, uno de los principales grupos que hace ruido en el tema del voto rogado junto con DosMillonesDeVotos, indica que en las elecciones generales de 2008, la participación fue del 31%, mientras que en las Generales de 2011 con el voto rogado no llegó al 10%. Sin embargo, en las elecciones autonómicas del 2007 y antes del cambio, el voto por correo no llegó al 10%.

La mayoría de artículos remarcan que hasta la reforma votaba cerca del 30% del censo electoral, aunque sinceramente, tengo dudas de que el voto real fuera el 10% del censo porque la mayoría de votos eran carretados o manipulados.

Como bien recuerda Anxo Lugilde, Marea Granate tiene un gran punto débil y manipulable cuando habla de las cifras, al omitir las cosas raras que pasaban antes.

Ahí reside el punto débil de la Marea Granate, el movimiento que libra una meritoria lucha en pro de los derechos de los expulsados por la crisis. Pero se pierde cuando invoca al conjunto de los españoles del exterior como si fuesen emigrantes y cuando reivindica que antes sí que había muchos votos, usando los datos de las generales del 2008, las últimas en las que las redes del fraude funcionaron a pleno rendimiento.

Sólo 142.619 electores del extranjero han solicitado su sufragio debidamente para el 20-D, sobre un censo de 1.880.026. Un tercio o más de los que lo pidieron no podrá votar por falta de tiempo, lo que resulta un escándalo. En cualquier caso, las solicitudes son muy escasas, poco más que en el 2011. ¿Qué fue de los 382.568 votantes del 2008? ¿Ese casi cuarto de millón que ahora ni intenta participar desapareció en su totalidad por el desánimo que genera el nuevo sistema? ¿No será que ya no pasan «las cosas raras» de las que hablaba, a su manera, Rajoy?

¿2 Millones de expatriados?

El INE indicaba que a inicios de 2015 había un total de 2.183.043 españoles en el exterior. Sin embargo, ¿cuántas de esas personas son «expatriados» tal y cómo se les llama ahora a los emigrados?

Este es otro de los puntos flacos de los movimietos del voto rogado y es que una buena parte de estas personas son hijos o nietos de españoles que en su vida han pisado España.

Desde la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica en 2007 y hasta 2011, los hijos y nietos de emigrantes españoles entre julio de 1936 y 1955, podían solicitar la nacionalidad española y por tanto votar en todas las elecciones, excepto las municipales.

A fecha de 2012, cerca de medio millón de personas habían solicitado la doble nacionalidad y más de la mitad de las solicitudes ya se habían tramitado favorables, lo que había provocado un incremento en los censos electorales.

En el 2002 eran 279.901 los gallegos con derecho a votar desde otros países, trece años después dicho contingente se ha incrementado en Galicia un 56 %, porcentaje que en el conjunto de España llega al 77 %, básicamente por el efecto de la Ley de la Memoria Histórica, que además ha convertido a Madrid en provincia con mayor número de emigrantes al asignarse a la capital una parte importante de los nuevos nacionalizado.

Y es que como bien indica Lugilde, la realidad de los 2 Millones de los que hablan las organizaciones del voto exterior… nada de nada.

Hay casi un millón y medio que no están fuera, sino dentro de sus países de nacimiento, pues son hijos y nietos de españoles, con doble nacionalidad.

El Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) que realiza el INE, indicaba que a 1 de Enero de 2015 el número de nacidos en España que residían en el extranjero era un total de 733.387 personas.

Estadística del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero a 1 de enero de 2015 – INE

Un inciso… aprovecho para desmontar un mito que durante un tiempo se difundió por las redes sociales y era el de que casi 2.000 españoles emigraban cada mes a Cuba. La realidad de esos 2.000 nuevos españoles al mes, eran los cubanos que obtenían la nueva nacionalidad.

Y esto nos lleva al siguiente punto… ¿Por qué se centra todo en los «expatriados» y no en los 4 Millones de extranjeros residentes en España sin derecho a voto?

Ciudadanos de primera y de segunda: 2 Millones contra 4 Millones de electores.

En España residen según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) 4.538.503 extranjeros a uno de julio de 2014. De estos cuatro millones largos de extranjeros en España, apenas un 10% pudo votar en las elecciones municipales de Mayo, pero tienen privado su voto en las elecciones a cortes generales. ¿Por qué?

Un ciudadano extranjero en España es posible que tuviera más derecho a votar a las cortes generales que un ciudadano español que lleve años fuera de España.

El ciudadano extranjero está pagando sus impuestos en España, las pasa putas con los recortes de sanidad y aún por encima tiene que aguantar al gobierno de turno. Una persona española que resida en Beijing, NO. Sin embargo el que tiene que aguantar al gobierno de turno no puede votar y el que vive en Kuala Lumpur aunque lleve años sin venir, sí.

Por ejemplo, la campaña de #RescataMiVoto de Marea Granate, sería más lógica con el ciudadano extranjero que vive en España que con un ciudadano que lleva años fuera de España. ¿Por qué hay ciudadanos de primera y de segunda?

Vale, que el problema está en los acuerdos de reciprocidad, y en la propia Constitución que no les permite votar, ¿por qué no hacer campaña para cambiarlo y permitir que ellos también voten?

¿Una posible solución?

Quizás la solución a medio plazo pasaría por una ampliación de los plazos o la creación de una circunscripción única para el voto emigrante donde puedes tener unos plazos más flexibles, como pasa en buena parte de los países donde está permitido el voto emigrado (porque en otros muchos, los emigrantes NO pueden votar a las Asambleas generales de turno).

Por ejemplo Portugal, un país cercano y con una población emigrante muy elevada, la población emigrante vota en la circunscripción Europa y la circunscripción No Europa, con 2 y 1 diputado por cada circunscripción lo que les permite tener cierto margen en el voto y cerrar los plazos un poco más tarde.