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— Andrés Rodríguez (@andresrguez) 27 de julio de 2016

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El pasado mes de Julio defendí la tesis doctoral “Enfoque multianalítico para evaluar la contaminación por plomo en suelos/Multianalytical approach to asses the soil contamination by lead” después de cerca de 3 años en el doctorado.

Una tesis que costó lo suyo, en especial, a nivel personal.

Si alguien me hubiera preguntado hace 1 año sobre la tesis le habría dicho que no iba a salir nada. Una tesis demasiado diversa: suelos mineros, suelos urbanos y campos de tiro. Al final con trabajo y esfuerzo salió adelante (paper 1, paper 2, paper 3, paper 4, paper 5, paper 6, paper 7).

Dicen algunas personas que hacer una tesis es lo más parecido a parir. Pones la semillita, lo ves crecer y cuesta mucho salir. Vaya que sí, cuesta demasiado salir.

Quizás la mayor liberación la sientes cuando realizas el acto de depositar la tesis en la Universidad. También después de la defensa, por culpa de los nervios de ensayos y demás, pero en el momento en el que depositas la tesis y es aprobada por la Universidad… ese es uno de los momentos más satisfactorios.

¿Qué consejo daría a quien quiera comenzar el doctorado?

Constancia. Aunque pienses que las cosas no salen, acabarán saliendo. Mente abierta. No tengas miedo a irte fuera porque normalmente te abrirá mucho la mente (ideas, personas…).

Yo empecé la tesis porque en aquel momento no tenía nada y a base de currar el primer año, logré una beca. En el caso de las personas a tiempo parcial,  lo único que diría es constancia y no decaer porque hay muchos momentos en los que ves que no avanzas (aunque eso ya lo ves incluso en tiempo completo). Si lo compaginas con un trabajo o hay mujer/hijos de por medio, nunca se le dedica el mismo tiempo a la tesis.

¿Y ahora qué? El vacío.

Para las personas como yo, en las que la tesis es un reto personal (en otras personas cuando entran en la Universidad es casi en lo primero que piensan en cuanto obtienen su entrada en el primer curso) es posible que el vacío sea mayor. No cuentas haber llegado hasta aquí.

Cuando estás en el doctorado normalmente cuentas con el apoyo de tus directores de tesis que mejor o peor, te van a guiar en todo lo que haces. Al acabar la tesis, pierdes en cierta forma la referencia que ha sido tu vida durante los últimos años, día y noche.

Ahora comienza el «gran salto adelante» que diría Mao. Comienzas volar en solitario, «acompañado» por otro director y normalmente en otro país, pero donde tú eres el que te tiene que dirigir y normalmente acabará dirigiendo a otros.

Redactar proyectos de algo muy novedoso, para buscar financiación y que te puedas ir a otra universidad, normalmente extranjera, para hacer tus dos años de estancia postdoctoral y quién sabe si más tiempo fuera. Para en ocasiones no volver o volver, pero no a la universidad… porque no hay sitio para todos.

En este momento la situación está complicada. La cosa no es únicamente de España, sino del resto de países… hay demasiados doctores para pocos puestos en la Universidad… y la burocracia española ayuda poco (estar un mínimo de dos años fuera de España).

 Si quieres ver mi cv, puedes hacerlo en el perfil de ResearchGate.