Después de la marcha de empresas, los investigadores serán los siguientes.


Dentro de esta vorágine de empresas catalanas que se van de Cataluña y en previsión de la futura Declaración Unilateral de Independencia (DUI), se está hablando poco de qué ocurrirá con las universidades y el sistema de investigación, en una futura Cataluña independiente y sin salida negociada o post DUI. Aunque en algunas cosas es similar al Brexit, su caso es más grave, ya que no será un país reconocido, y eso tendrá importantísimas implicaciones en educación de los universitarios y en el sistema de ciencia. Si en la actualidad las Universidades y centros de investigación de Cataluña están muy bien consideradas, su futuro probablemente será la mediocridad más absoluta.

 

Títulos de papel sin valor real fuera de Cataluña

El primer problema que se encontrarán los futuros estudiantes de las Universidades de Cataluña, será la imposibilidad de homologar sus títulos fuera de Cataluña. Su país no será reconocido, no habrá convenios bilaterales, suplemento europeo, apostilla de La Haya… si quieres irte a otro país, tu título es mejor que te lo fumes. Sí, si tu universidad es privada y tiene un convenio de colaboración con otra Universidad de otro país, seguirá valiendo… o si es una titulación compartida entre varias universidades de diferentes países, se supone que sí, porque la titulación la expedirá otro país. Pero esto no será lo habitual. O quien sabe… el dinero es el dinero.

El caso no es comparable al del Brexit, ya que en el caso de Reino Unido, se trata de un país constituido que «únicamente» vota desligarse de una unión de países.

El caso más reciente sería el de Kosovo, pero allí, a pesar de tener acuerdos, sus títulos sólamente son reconocidos en aquellos países que: i) han reconocido a Kosovo y han hecho acuerdos de colaboración, ii) obligan a los titulados kosovares a hacer asignaturas de complemento; como ocurre entre España y Brasil, o iii) a pesar de tener acuerdos de colaboración de reconocimiento, no se reconocen (como ya ocurría entre Serbia y Kosovo antes de la independencia).

Quizás el mejor ejemplo de lo que pasaría con los títulos universitarios de la futura Cataluña sería el ejemplo de lo que ocurre en Transnistria, que solamente son reconocidos en Rusia (en el caso de Cataluña, en el país que los reconociera)…

Like many Transnistrian students their age, they’ve chosen to study in Chisinau so their degrees will be recognized abroad. Degrees from Transnistria’s university in Tiraspol only mean something in Russia.

Many young Transnistrians also revealed their concerns for the future: the tough economic situation, the lack of jobs and the fact that a local university degree is not recognised internationally. Calvert Journal

 

En este sentido, la Xunta de Galicia acaba de anunciar que va a facilitar el traslado de expedientes universitarios, para los estudiantes gallegos de Cataluña.

La Xunta ha expresado que se pone a disposición de los estudiantes gallegos que cursan sus estudios en Cataluña para ofrecerles facilidades a la hora de trasladar su expediente a Galicia «debido a la actual situación de inestabilidad social y política».

Así lo ha indicado este lunes el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, en su visita al CIPF Politécnico de Santiago, donde ha aclarado que el llamamiento se extiende al alumnado universitario y no universitario.

Según el comunicado emitido por la Xunta, a los alumnos no universitarios se les garantizará «una plaza en centros sostenidos con fondos públicos», mientras que a los universitarios, la Consellería «ofrece todo el apoyo necesario para facilitar la tramitación de traslado de expediente a las universidades gallegas». De este modo, la Xunta se pone a disposición de los alumnos para llevar a cabo «una labor de intermediación con las propias universidades, teniendo en cuenta la situación concreta de cada titulación y centro».

 

Del mejor sistema universitario de España a la mediocridad

Las Universidades no tienen una máquina de dinero que les permita hacer lo que quieran, aunque algunas administraciones parece que piensan eso y cada vez van recortando y recortando dinero. Por desgracia, eso es otro tema.

Hasta ahora se había reconocido que Cataluña tiene uno de los mejores sistemas universitarios de España, si es que no es el mejor. En el reciente raking de Shangai, tanto la Universidad Pompeu Fabra como la Universidad de Barcelona se situaron entre las 300 primeras universidades del mundo, donde se coló este año la Universidad de Granada.

En el siguiente pelotón perseguidor (300-400) tenemos a la Autónoma de Barcelona; y si vamos a las 800 primeras aún encontramos a Universidad Politécnica de Catalunya y la Universidad Rovira i Virgili. Casi nada. Incluso si utilizamos otros rankings como el QS, la Universidad de Barcelona y la Autónoma de Barcelona entre las doscientas primeras, junto con la Complutense de Madrid.

Cataluña es la segunda comunidad con más universidades (12) y con un sistema de investigación excelente: 15 unidades de investigación vinculadas a hospitales, 12 universidades con departamentos de I+D, una red propia de centros de investigación (46), 21 centros del CSIC, 6 grandes parques tecnológicos y 22 parques científicos. A pessar de representar a menos del 0.1% de la población mundial, publica sobre el  27% de los artículos del conjunto de España y el 1% de los artículos científicos de todo el mundo, tal y como indicaba ABC en 2015.

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Así es la ciencia en Cataluña y así sería en la Cataluña independiente. ABC 24 de Septiembre de 2015.

Y en materia de captación de fondos está a la cabeza, ya que ese mismo artículo de ABC indicaba dos datos muy relevantes sobre su capacidad de captación de fondos.

 

Cataluña es el segundo país europeo en concesión de ayudas del Consejo Europeo de Investigación (ERC) y absorbe también el 20,4% de los fondos del Plan Nacional de I+D, ayudas que le han permitido situarse en los últimos años en el Olimpo de la ciencia. Además de ser líder en publicaciones cientificas de alto nivel –es la comunidad con artículos de mayor impacto internacional, según los indicadores del Sistema Español de Ciencia y Tecnología–, Cataluña se ha convertido también en polo de atracción de talento científico internacional. La desconexión de España supondría así un caro precio a pagar.

Sin las subvenciones europeas y estatales, Cataluña, con un tejido empresarial diversificado y un sistema propio de investigación, debería hacer frente a muchos más gastos y renunciar también a los puentes de intercambio y colaboración que ha tejido tan sólidamente en estos últimos años. En definitiva, el I+D catalán perdería competitividad, lo que, a su vez, pondría en riesgo su tirón e impacto internacional.

 

SIn embargo, las Universidades catalanas tiene importantes problemas de financiación. A pesar de la brutal subida del 67% de las tasas realizada en 2012 y que convirtió a Cataluña en la comunidad más cara para estudiar en la Universidad, los recortes que hizo la Generalitat durante los últimos años (18% desde 2010 a 2016) han dejado a las Universidades de Cataluña en una situación un tanto complicada, tal y como denunciaban el pasado 22 de Mayo los rectores de las tres universidades más grandes de Cataluña.

 

Puertas apuntaladas por peligro de caída en alguna facultad, ordenadores que retrasan el inicio de las clases porque, de tan viejos, tardan rato en ponerse en marcha o libros recomendados por un profesor que no se encuentran luego en la biblioteca univesitaria, que no tiene presupuesto para comprarlos. Los problemas de financiación de las grandes universidades públicas catalanas están empezando ya a notarlos los alumnos. «Tenemos infraestructuras, edificios y laboratorios completamente obsoletos«, denuncia Margarita Arboix, rectora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). En su caso, agrega, el presupuesto que la Generalitat aportaba para mantenimiento de instalaciones «ha pasado de los entre 20 y 22 millones de euros de los cursos 2010 y 2011 al millón y medio de este año». «No nos da ni para pasar una mano de pintura«, agrega Joan Elias, rector de la Universitat de Barcelona (UB).

Los máximos responsables de las tres grandes universidades catalanas, la de Barcelona, la Autònoma y la Politècnica (UPC), han comparecido públicamente este lunes para lanzar un mensaje de alerta a la sociedad: si no mejoran su financiación, si la Administración no les aumenta la subvención, corren el riesgo de acabar fosilizándose. «Lo que pedimos es que se nos garanticen unos ingresos básicos, lo necesario para pagar las nóminas de los trabajadores, para invertir en el mantenimiento de las infraestructuras y para seguir investigando y promoviendo la transferencia tecnológica», ha indicado Enric Fossas, rector de la UPC. Solo así, han afirmado los tres, se podrá garantizar la excelencia que actualmente tiene la universidad catalana.

PROMESA DE ANTES DE LA CRISIS

En estos momentos, con la partida económica que les destina la Generalitat, a ninguna de las tres universidades le alcanza para cubrir los salarios de los trabajadores. Han de recurrir a otros ingresos, «lo que supone usar un dinero que se invertiría en otros objetivos». En cifras redondas, ha proseguido Fossas, «la situación se solucionaría con que el Parlament destinara a la financiación universitaria un presupuesto de 1.000 millones de euros», un 30% más de lo que están recibiendo ahora. Los rectores han mostrado su decepción porque un año más (y ya van seis) los presupuestos de la Generalitat no hayan recogido sus demandas.

Los mil millones que reclaman los rectores equivalen al importe que la Generalitat había fijado para subvencionar a las universidades en el 2010, pero que nunca se logró alcanzar por culpa de la crisis. Llegaron a algo más de 900 millones justo antes de que empezaran los recortes. «Mientras universidades como la de Copenhague sí reciben esos mil millones, con 40.000 estudiantes; la de Barcelona cuenta con solo 400 millones para sus 65.000 matriculados», ha apostillado Elias.

* A pesar de que en 2016 el Parlament de Catalunya aprobó una moción de Cataluña Sí que se Pot y apoyada por por todos los partidos, excepto Junts por el Sí; para rebajar un 30% las tasas universitarias... la Generalitat sigue haciendo caso omiso al mandato del Parlament.

En una futura Catalunya independiente, habría que considerar que se perdería el dinero del Estado central… la situación no es mejor.

Actualización 09/10/2017

Indica El País que las universidades catalanas rechazan la vía unilateral, aunque la Universidad de Girona, apoya a la Generalitat.

La Universidad catalana en pleno se ha sumado a la comisión de “mediación, diálogo y conciliación” impulsada desde el Colegio de Abogados de Barcelona, un ente que persigue la vuelta a la normalidad tras el referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña y descarta “ninguna decisión inmediata sobre el modelo político organizativo”. Todas piden diálogo entre los agentes políticos pero no todas mantienen la misma posición ante el procés. La Universidad de Girona aprobó este mismo viernes un manifiesto de respaldo a la Generalitat.

“Tal vez han de parar y hablar. Yo no diré qué tienen que hacer, pero cuando uno negocia debe renunciar a algo», considera el rector de la Universidad de Barcelona (UB), Joan Elias. Es el campus más grande de Cataluña, con 63.000 alumnos. Y fue el primero en sumarse a la iniciativa del colegio de abogados junto con la Universidad Autónoma, la segunda con más estudiantes. “Este país ha pasado por situaciones mucho más complicadas, como el 23-F o la Transición, en la que había una mesa donde se sentaron a hablar Solè Tura, procedente de la oposición del Partido Comunista, y Manuel Fraga, que venía de la dictadura. Con voluntad de diálogo se puede hablar de todo”, defiende Elias.

El patio central del Rectorado de la UB está estos días cerrado al público para preservar las obras y cuadros que alberga durante los encierros estudiantiles en apoyo al referéndum, que se reprodujeron en mayor o menor medida en otros campus catalanes. La UB, la Autónoma y la Rovira i Virgili mantuvieron la actividad docente durante las jornadas de huelga, aunque solicitaron a sus profesores que evitaran en lo posible las actividades evaluables. El rector de la Pompeu Fabra, Jaume Casals, anunció el cierre de las aulas en esos días por la “situación excepcional que vive Cataluña”. Los campus respaldaron además el “paro de país y rechazaron la intervención policial durante las votaciones, “los episodios de violencia, injustificada e injustificable ejercida en Cataluña el 1 de octubre por la Guardia Civil y la Policía Nacional», según recogía la Universidad Politécnica de Cataluña en un comunicado.

 

Vale, suplamos esta pérdida de dinero por proyectos y fondos extranjeros….

Como se ha indicado previamente, Catalunya es una de las mejores regiones en captar fondos europeos y si tiene uno de los sistemas universitarios mejores de España, es en gran parte a esa captación de fondos europeos e internacionales.

El problema es que una salida no negociada y por tanto fuera de Europa, porque recordemos que la UE dice NO a la futura Catalunya post DUI, supondría la pérdida de estos fondos europeos a través de proyectos europeos, ERCs, Marie Curie, etc… y gran parte de estas ayudas son personales, por lo que la mayoría de científicos se iría tal y como ocurre en el Brexit o sin la posibilidad de poder pedir fondos porque ya no serán un país UE.

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Vía Brexit vote drives UK academics to think about leaving (Nature, 10 de Enero de 2017).

La diferencia del Brexit es que Reino Unido es un país reconocido, que únicamente pierde su asociación a la UE y que todo dependerá de cómo se acabe negociando su salida, y que al final, tienen una economía propia… pero los 2.200 millones de libras que recibía de la Unión Europea para investigaciónGoodbye.

En las últimas convocatorias de investigación de la UE, ya se estaba excluyendo a los investigadores de Reino Unido… lo mismo que pasará en Cataluña.

Britain’s vote to leave the EU has unleashed a wave of discrimination against UK researchers, with elite universities in the country coming under pressure to abandon collaborations with European partners.

In a confidential survey of the UK’s Russell Group universities, the Guardian found cases of British academics being asked to leave EU-funded projects or to step down from leadership roles because they are considered a financial liability.

In one case, an EU project officer recommended that a lead investigator drop all UK partners from a consortium because Britain’s share of funding could not be guaranteed. The note implied that if UK organisations remained on the project, which is due to start in January 2017, the contract signing would be delayed until Britain had agreed a fresh deal with Europe.

The backlash against UK researchers began immediately after the June referendum when the failure to plan for a post-Brexit Britain cast serious doubts over the chances of British organisations winning future EU funding. British researchers receive about £1bn a year from EU finding programmes such as Horizon 2020, but access to the money must be completely renegotiated under Brexit.

The 24 universities in the Russell Group are regarded as Britain’s elite institutions. With Oxford, Cambridge, Edinburgh, University College London and Imperial College among their number, they are renowned for world-class research and academic excellence.

One leading university said anecdotal evidence that UK applicants were being dropped from EU bids came almost straight after the vote. Since then they had witnessed “a substantial increase in definitive evidence that EU projects are reluctant to be in collaboration with UK partners, and that potentially all new funding opportunities from Horizon 2020 are closing”.

Incidents reported by the universities suggest that researchers across the natural sciences, the engineering disciplines and social sciences are all affected. At least two social science collaborations with Dutch universities have been told UK partners are unwelcome, one Russell Group university said in the survey.

Speaking at Oxford’s Wolfson College last Friday, the university’s chancellor, Chris Patten, said Oxford received perhaps more research income than any European university, with about 40% coming from government. “Our research income will of course fall significantly after we have left the EU unless a Brexit government guarantees to cover the shortfall,” Lord Patten said.

 

Esta situación del Brexit, paradójicamente ha beneficiado a Cataluña porque en Abril se anunciaba que iba a acoger un centro del Laboratorio de Biología Molecular y aspiraba a la Agencia del Medicamento, que abandonaría Reino Unido. Si hay DUI, adiós sedes de organismos europeos.

Barcelona acogerá una subsede del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (LEBM), un centro de investigación en enfermedades inmunológicas y del cáncer, que tiene diferentes emplazamientos en Grenoble (Francia), Hamburgo y Heidelberg (Alemania), Hinxton (Reino Unido) y Monterotondo (Italia). El centro científico, que se centrará en la investigación de biología de tejidos, clave para entender el cáncer, malformaciones congénitas o enfermedades del sistema inmunológico, se ubicará en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), donde se establecerán entre seis y ocho equipos de investigación, según el acuerdo presentado ayer por el ministro de Economía, Luis de Guindos; el consejero de Empresa, Jordi Baiget; y el presidente del consejo del LEBM, Patrick Cramer. Se trata de la primera deslocalización de este organismo en 20 años y está previsto que abra sus puertas a finales de año, con un centenar de científicos. La Generalitat aportará 400.000 euros anuales, el LEBM 16 millones en cinco años y el Gobierno central, seis millones en un lustro.

Según los responsables del Laboratorio Europeo, en el plazo de un mes se decidirá el director de la subsede de Barcelona, que contará con las tecnologías más avanzadas en imagen para obtener información compleja en 4D sobre tejidos y órganos. Una técnica que debe servir para comprender cómo se organizan e interactúan las células en los tejidos para abordar el tratamiento de enfermedades como el cáncer. En el LEBM destacaron que en la elección de Barcelona ha sido fundamental su relación con el Centro de Regulación Genómica (CRG) y los proyectos de investigación que ambos centros comparten ya desde hace años. Se trata de «un hito» para la investigación española, expresó De Guindos.

Barcelona será un foco de creación de conocimiento, de beneficios económicos y de generación de empleo, añadió. El ministro emplazó a que la investigación de excelencia tenga mayor protagonismo en la economía española. «Cataluña quiere ser decisiva en la generación de conocimiento», expresó el consejero catalán. Y es que Barcelona se prepara para acoger sedes europeas relacionadas con la biomedicina y para aprovechar también el escenario cambiante que se abre a partir del ‘brexit’. Además del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Barcelona, la ciudad condal opta a acoger la Agencia Europea del Medicamento, que se encuentra en Londres, pero que con la salida del Reino Unido de la UE debe buscarse una nueva ubicación entre los socios miembros de la Unión.

 

En este sentido, un editorial del pasado mes de Septiembre en Nature, abordaba esta cuestión acerca de la independencia de Catalunya. Aunque indicaban los «beneficios» de la salida de España por la política inflexible de España en legislación universitaria, reconocen las enormes pérdidas económicas en materia de financiación.

Catalonia has upped its scientific game since the economic boom of the late 1990s. It created a handful of high-level research centres and an agency that recruits and pays the salaries of top scientists, who can choose their host Catalan institute or university. These moves, among others, have allowed Catalonia to overtake the rest of Spain in some measures of scientific achievement. In the most recent round of European Research Council (ERC) starting grants, for example, 10 of the 22 awarded to researchers in Spain went to the region, which is home to just 15% of the Spanish population. Of those ten, most of the recipients were foreigners, testimony to the region’s international attractiveness.

Many scientists believe that an independent Catalonia could change the scientific landscape even more fundamentally, not least by releasing universities from old-fashioned and inflexible national laws. Yet in the event of independence, Catalonia would automatically leave the European Union, and Spain would make sure it never got back in. That would weaken the region’s research. For one thing, it would no longer be allowed to host those plentiful ERC grants.

Still, many Catalan researchers say they will vote ‘yes’. Their emotions have only been fanned by Madrid’s move in mid-September to block the budgets of public bodies, including research institutes and universities, in an attempt to stop financing of the referendum.

 

Sí, la situación es un poco catastrofista, pero es que es la cruda realidad de un región tremendamente rica y que puede acabar en la mediocridad. De todas formas, en una futura Cataluña post DUI, dudo mucho que las Universidades fueran la primera preocupación de los catalanes y de su gobierno.

Acerca de andresrguez

Doctor por la Universidade de Vigo. Campo de especialización: comportamiento del plomo en suelos mineros, urbanos y campos de tiro, a través de técnicas espectroscópicas, toxicológicas y aplicación de nanopartículas.
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3 respuestas a Después de la marcha de empresas, los investigadores serán los siguientes.

  1. AL dijo:

    Yo tengo el honor de afirmar, confirmar, aseverar, denunciar y anunciar que este antresrguez tiene dolencias cognitivas, y que por tanto padece cierta deficiencia en el alcance intelectual.

    Salud!

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  2. Pingback: La industria automovilística y la independencia de Cataluña | Ciencias y cosas

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