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El informe anual del Pentágono, publicado esta semana pasada, estima que 26.000 miembros del servicio han tenido «contactos sexuales no deseados», que incluye la violación, intento de violación y contacto sexual no deseado. De éstas, se estima que 12.100 eran mujeres y 13.900 eran hombres. Menos de la mitad de los incidentes involucraron alcohol. De los 18 generales de cuatro estrellas que han sido expulsados de las Fuerzas Armadas en los últimos años, 10 lo han sido por delitos sexuales.
Infografía de PBS – Why the Military Has a Sexual Assault Problem
El informe anual del Pentágono (pdf) muestra un incremento de más de 5.000 personas con relación a la misma encuesta de 2011 y a pesar de que el número de mujeres y de hombres atacados es prácticamente igual en número absolutos, las mujeres sufren una mayor proporción de estos ataques al estar en bajo número en el ejército, unas 200.000 en comparación con 1,2 millones de hombres. Según un informe del Pentágono difundido por la CBS, una de cada tres mujeres soldado ha padecido abusos, frente a 1 de cada 6 civiles que ha afrontado semejante situación. Sin embargo, las cifras de estos ataques contra los hombres, siguen pasados por alto prácticamente omitidos y en cualquier caso, muy pocos casos se denuncian, ya que en 2012, tan solo se denunciaron 3.374 casos, una cifra prácticamente igual a la de 2011, 3192.
En el informe de 2011, explicaban que las denuncias habían aumentado un 260% con respecto a 2008, pero seguían siendo un númer muy reducido y ya explicaba como ésto era la punta del iceberg, tal y como recogía en su momento David Alandete en El País
“La agresión sexual es uno de los crímenes de los que menos se informa en EE UU. Las investigaciones al respecto revelan que las víctimas sólo revelan a las fuerzas del orden una fracción de las agresiones sexuales que sufren cada año. Ese comportamiento se mantiene igual dentro de las academias militares y de las Fuerzas Armadas en general. Las investigaciones demuestran que revelar un crimen de esa naturaleza es el primer paso de las víctimas hacia la búsqueda de tratamiento y otras formas de ayuda”.
Previamente, este año, otro informe reveló que los casos de acoso sexual en las academias militares aumentaron un 11% en 2010. En total, el año pasado, un 9’1% de las mujeres cadetes y guardiamarinas sufrió acoso sexual, frente al 1’2% de los varones. De esas mujeres, un 25% aseguró que sufrió manoseos inapropiados. Un 39% dijo que experimentó al menos un intento de violación y un 34% aseguró haber sido violada. La inmensa mayoría de violadores, un 98%, son hombres. Y un 94% son, además, cadetes (es decir, no se aprovecharon de su rango para abusar sexualmente de las mujeres). Lo más revelador del estudio: sólo un 14% de cadetes y guardiamarinas presentó denuncia formal.
Ante estos datos, el Pentágono ha cambiado dos normativas para facilitar las demandas. Por un lado, permite a aquellos cadetes que informen de acoso sexual que soliciten un traslado de unidad de forma urgente. La nueva regla se aplica también a aquellos estudiantes que presenten denuncias de forma secreta. (A los cadetes se les permite presentar informes restringidos de los que no se informa a sus mandos). La segunda nueva norma permite que las sanciones contra soldados por acoso sexual se mantengan en sus hojas de servicio durante largos periodos de tiempo, para que sus mandos sepan de antecedentes de abuso sexual y puedan tomar medidas para prevenirlos.
Recientemente, este problema ha sido llevado al gran público por el secretario de Defensa Chuck Hagel que reconoció el problema durante su conferencia de prensa
«El problema podría debilitar nuestra capacidad para llevar a cabo eficazmente la misión y para reclutar y retener a las personas buenas que necesitamos». «Necesitamos un cambio cultural, donde cada miembro del cuerpo sea tratado con dignidad y respeto, donde todas las acusaciones de conducta inapropiada sean tratadas con seriedad, cuando la intimidad de las víctimas se protega, donde los espectadores se sientan motivados a intervenir y que los delincuentes sepan que se llevarán hasta los sistemas sólidos y eficaces de la justicia «.
Una de las razones que explica PBS en su reportaje de Frontline, es la existencia de la cadena de mando, ya que el oficial al mando de la víctima tiene la posibilidad de intervenir en cualquier punto: para detener una investigación, reducir la pena o incluso dejar de lado una condena.
«Por ejemplo, un alto oficial de la Fuerza Aérea anuló recientemente la condena por la corte marcial de un oficial por asalto sexual. El teniente general Susan Helms no había asistido a la prueba y no ofreció ninguna explicación pública de su decisión, ni es necesario que lo haga.
El año pasado, el entonces secretario de Defensa, Leon Panetta, anunció nuevas políticas, incluida una línea telefónica 24/7 para los militares y una unidad de víctimas especiales dedicada a la investigación de agresiones sexuales. También instituyó un requisito que todos los comandantes de las unidades deben de informar sobre las denuncias de las agresiones sexuales en la cadena de mando, por lo que los casos puedan ser estudiados a nivel consejo de guerra especial.
Pero hay conexiones débiles en la cadena de mando.
Un ex soldado dijo que en el grupo de Parrish que fue acosada sexualmente y finalmente violada por un superior cuando estaban desplegados en Irak.
La mujer dijo que informó del asalto a varios funcionarios de su cadena de mando, pero se le dijo que ella sería acusada de adulterio si proseguía con la queja. Uno de los agentes incluso le dijo que él había mencionado el incidente a su agresor, quien dijo que había venido a él – y que debía ser acusada de acosarlo.
Sufrió nuevas amenazas, y fue asignada a tareas inferiores a su rango. Fue vista por un médico y se retiró en 2012»
Sin embargo, esta medida de denuncia, tampoco funciona porque recientemente se acaba de conocer como el Jefe de la unidad contra el acoso sexual en la base militar de Fort Hood, investigado por acoso sexual
A sergeant first class in charge of sexual assault prevention at Fort Hood is under investigation for sexual assault, the Pentagon announced Tuesday night.
The soldier, whose name has not been released, is being investigated for abusive sexual contact, pandering, assault and maltreatment of subordinates. The soldier has been relieved of his duties at the Texas post, and no charges have yet been filed, the Pentagon said. He oversaw the program at the battalion level, a unit of about 800 soldiers.
The soldier is being investigated for, among other things, forcing a subordinate into prostitution and sexually assaulting two others, according to a Capitol Hill staffer who was briefed on the case and spoke about it on condition of anonymity.
Two senior Pentagon officials, who spoke on condition of anonymity because the case is under investigation, also confirmed that the sergeant is being investigated for running a prostitution ring.
Defense Secretary Chuck Hagel reacted with «frustration, anger and disappointment over these troubling allegations and the breakdown in discipline and standards they imply,» Pentagon press secretary George Little said.
The revelation is the latest in a string of sex-abuse scandals to rock the military. Earlier this month, the officer in charge of the Air Force’s sexual abuse prevention programs at the Pentagon was arrested not far from his office for drunkenly groping a woman, according to police. Lt. Col. Jeffrey Krusinski faces a trial in July for sexual battery. He has been removed from his job, and his arrest drew condemnation from Hagel and President Obama.
Top Air Force officials have also been criticized on how they have handled the sexual assault issues. Air Force Chief of Staff Mark Welsh was blasted by senators, including Kirsten Gillibrand, D-N.Y., for blaming «hook-up culture» for contributing to the service’s sexual abuse problems.
«To say this report is disturbing would be a gross understatement. For the second time in a week we are seeing someone who is supposed to be preventing sexual assault being investigated for committing that very act,» said Gillibrand, who chairs the personnel panel of the Senate Armed Services Committee. «We have to do better by the men and women serving and assure them that they will not be attacked by their colleagues.»
Esta semana comienza uno de los casos más sonados de todo este tema, tal y como explica Pablo Pardo en El Mundo
De los 18 generales de cuatro estrellas (el máximo que han logrado los militares estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial) que han sido expulsados de las Fuerzas Armadas en los últimos años, 10 lo han sido por delitos sexuales.
Mañana lunes comienza uno de los casos más sonados en esta oleada de escándalos: el tribunal de guerra contra el general de una estrella Jeffrey Sinclair, uno de los responsables de la 82 División Aerotransportada, una de las unidades con más solera de EEUU. Sinclair es acusado de adulterio, actos indecentes, incumplimiento de órdenes, uso de alcohol en una zona de guerra y violación. Si es declarado culpable, es muy probable que se pase el resto de la vida en la cárcel.
La acusación procede de la que fue su amante durante tres años, una capitana del Ejército de Tierra. Según su testimonio, Sinclair la obligó a tener relaciones sexuales anales y orales al menos en dos ocasiones desde que terminaron la relación. En los ratos que le dejaba libre el aprovisionamiento de la 82 Aerotransportada, el general debía de mantener una actividad hormonal desatada, ya que otras dos mujeres a sus órdenes han declarado que le dieron fotos en las que ellas aparecían desnudas.
Aparentemente, el general se lo había pedido. Y ellas, disciplinadamente, habían obedecido las órdenes del superior. El que no hizo lo propio fue Sinclair. Cuando el máximo responsable de la unidad, el general James Huggings, le dijo que dejara de acosar a la capitana porque así no hay forma de ganar una guerra, Sinclair no le hizo ni caso, e incluso llegó a amenazar a su ex amante con matarla a ella y a su familia si contaba el ‘affaire’. Ante semejante declaración, la mujer dejó de llamarle «guapito» (así podría traducirse ‘sexy pants’, que literalmente significa «pantalones sexys») y fue a las autoridades militares. En todo caso, el que entonces era máximo responsable de la Guerra de Afganistán, el general John Allen, mantenía una enloquecida correspondencia por email con su amiga Jill Kelley que incluía viriles fotos del soldado desnudo de cintura para arriba. Kelly vive en Tampa, en Florida, la ciudad que es sede del Mando Central de EEUU, que es el que lleva a cabo operaciones militares desde Afganistán hasta Egipto. Pero Tampa es también famosa en todo Estados Unidos por el número y la calidad de sus clubs de striptease y alterne.
Sin embargo, todos estos casos también tienen un lado trágico. En muchas ocasiones, reflejan una cultura que incluye violaciones tanto a mujeres como a hombres. Y ahí, el papel de encubridor corresponde a los generales -hombres y mujeres-.
La teniente general Susan Helms -la primera soldado estadounidense que salió al espacio- ha visto bloqueada su cuarta estrella y su promoción a vicecomandante del Mando Espacial de la Fuerza Aérea después de que el Senado descubriera que había declarado nula una sentencia por violación cuando fue comandante de la gigantesca base aérea de Vandenberg, en California. El teniente general Craig Franklin también se ha quedado sin un ascenso por haber tapado una violación en la Fuerza Aérea en Europa.
Sobre este tema, les recomendamos un interesante documental (The Invisible War) presentado en el Festival de Sundance de 2010, sobre las violaciones a mujeres en el ejército de los Estados Unidos
Más información
– Annual Report on Sexual Assault Volume One – PDF
– Defense.gov – Presenter: Secretary of Defense Chuck Hagel and Director, Sexual Assault Prevention and Response Office, Major General Gary Patton May 07, 2013
– DailyKos – Top general blames ‘hookup mentality’ for the Air Force’s massive sexual assault problem
– Washington Post – General’s promotion blocked over her dismissal of sex-assault verdict
– El País – Una lacra silenciosa entre las tropas
– PBS – Why the Military Has a Sexual Assault Problem
– El Mundo – El sexo de los generales
– Yahoo – Las violaciones, una rutina del ejército de EE UU
– The Clinic – Documental revela que cada año hay 15.000 violaciones en ejército gringo
– ‘The invisible war’, tráiler del documental sobre violaciones a mujeres en el ejército
– Periodismo Humano – Los demonios internos del Ejército USA
– CBS – Sexual Assault Permeates U.S. Armed Forces
– USA TODAY – Fort Hood assault prevention chief under investigation
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