Ahora Madrid, antitransgénicos y el ejemplo cubano


La izquierda española anda en los últimos tiempos muy revolucionada contra los transgénicos. En muchos casos los argumentos se resumen a Monsanto, cuando los transgénicos son mucho más que Monsanto o a argumentos sobre el peligro que suponen para la soberanía alimentaria o para el medio ambiente. Lamentablemente, todos estos argumentos suelen estar cegados por un odio irracional a la ciencia o a las empresas. No estaría mal que conocieran el ejemplo cubano con los transgénicos. Sí, Cuba.

Chapas@FelixMoreno-00

Manuela Carmena. Fotografía de Ahora Madrid en Flickr

Después de ver cómo cierta izquierda en España tiene un odio irracional a los transgénicos y normalmente carente de sentido común, como se ha visto recientemente con Ahora Madrid (Léase la respuesta Ahora Madrid. Difundiendo información falsa sobre transgénicos), tengo serias dudas de por qué existe ese odio.

¿Criterios científicos sobre la salud? Los transgénicos son seguros. ¿Criterios monopolísticos de Monsanto? Cuando tu único se reduce a Monsanto es que no conoces lo que es un transgénico y en especial, quién los desarrolla. ¿Criterios de impactos en los ecosistemas? Quizá la parte más discutible y por la que habría más dudas, aunque la contaminación también se produce con las variedades naturales desde hace muchos muchos años y «gracias» a esas contaminaciones existen los boniatos.

Cuba: ese país neoliberal y vendido al capital de los transgénicos

Aunque el título pueda parecer un cachondeo, en ocasiones es la forma en la que se puede resumir el ejemplo de muchos argumentos antitransgénicos. Por desgracia.

Hace más de 20 años que el Gobierno Cubano comenzó el estudio de los organismos genéticamente modificados, con el objetivo de aumentar y mejorar la producción alimentaria, en una agricultura que está bastante estancada tanto en producción como en tecnología. Para ello fomentó la utilización de la tecnología existente de transgénicos por parte de sus organismos científicos que tenían experiencia en biotecnología y fármacos, a través de colaboraciones entre el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (Cigb), el Instituto de Investigaciones Liliana Dimitrova y el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (Inca).

A pesar de que Cuba dispone de unos suelos con excepcionales características gracias al clima que tiene, el Estado; dueño de las tierras, disponía más del 50% de las mismas en estado ocioso, en un país que cada año importaba un mayor número de productos alimentarios, con incrementos de 100 Millones de dólares anuales. Esta situación se agravó en 2008 con los huracanes que afectaron a la agricultura nacional, llegando a importes en la factura alimentaria de más de 2600 Millones de dólares, un coste muy grande para un país que ha pasado muchos problemas económicos, desde el fin de la URSS.

Un poco antes de que esto ocurriera, a finales de 2005, Cuba anunciaba la noticia de que preparaba el lanzamiento de diferentes alimentos transgénicos, algo que tendría un mayor empujón posteriormente en 2006, cuando Raúl Castro declaró la producción de alimentos un asunto “estratégico”, pues Cuba importa el 80% de los alimentos que consume.

“Dispone de arroz, boniatos, maíz y tomates transgénicos en fase de estudio que pueden llegar al mercado dentro de tres años y cuyas licencias serían regaladas en países pobres para combatir el hambre, dijo el jueves uno de los máximos científicos de la isla.

“Espero, sueño, que en el correr de los próximos tres o cuatro años nuestros transgénicos cumplan con todos los requisitos (de bioseguridad) y puedan ser comercializados”, dijo Carlos Borroto, vicedirector del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba.

Entre los transgénicos más avanzados hay variedades de maíz y boniatos resistentes a los insectos; arroz inmune a los hongos, y tomates que no les afectan los virus, explicó el científico durante un Congreso Internacional de Biotecnología realizado esta semana en La Habana.

En los laboratorios cubanos crecen también papas, plátanos, papayas y hasta piñas genéticamente modificadas. Borroto dijo que todos los transgénicos cubanos están en fase de estudio de campo y ninguno salió todavía al mercado.

“La filosofía en general del país es poder compartir estos resultados. Las plantas transgénicas que estamos procesando son, principalmente, para dar gratuitamente a los agricultores”, añadió.

Tras diferentes periodos de experimentación y del desarrollo de una tecnología propia, con la ayuda de científicos extranjeros, Cuba trabajaba de lleno en el desarrollo de diferentes variedades transgénicas, con una idea clara para desarrollarla de forma libre para sus agricultores e intentar extender la tecnología de bajo coste a otros países, como declaraban en la nota anterior del año 2005.

Aseguró que, aunque existen reticencias sobre el uso de esa tecnología, “todos los órganos que están encargados de regularla están activos, regulándola”, y “hay una voluntad política enorme de apoyo”.Precisó que actualmente los científicos tratan de hacer “todo lo más exquisito” posible, y sus ensayos asumen requerimientos que incluso sobrepasan lo que se considera “normal” internacionalmente.

Destacó que después del paso de tres huracanes por la isla en los últimos meses, que causaron la pérdida de miles de toneladas de alimentos y cientos de miles de hectáreas de cultivos, los investigadores dedicados a la producción de alimentos trabajan “un millón de veces más” intensamente que antes. Borroto calificó de “tonto” y “suicida” no aprovechar las herramientas que posee la ciencia cubana para hacer frente a esa situación, siempre y cuando se demuestre “que es seguro”.

“El riesgo de no utilizar la tecnología es quedarnos atrás en la producción de alimentos, ser ineficaces en la producción de alimentos, tener inseguridad alimentaria, tener que importar cada vez más alimentos”, dijo.Cuba importa más del 80 por ciento de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes y este año el Gobierno anunció un gasto en esas compras que ascendió a más del 50 por ciento de lo previsto.

Incluso a pesar de estar como una prioridad nacional, existió desde diferentes colectivos internos y externos de la izquierda latinoamericana, un debate y una “crítica” a Cuba por permitir cultivar transgénicos (Introducción de maíz transgénico en Cuba ¿capricho, solución o amenaza?) pero que tendrían una respuesta clara y contundente (Carta a Narciso Aguilera Marín con relación a su artículo ¨Alerta ecologista contra la promoción de maíz transgénico en Cuba) de Carlos G. Borroto, Jefe del Programa Nacional de Biotecnología Agropecuaria en Cuba, en la que explicaba por qué Cuba necesitaba desarrollar los transgénicos y cómo Cuba desarrollaba los transgénicos como una forma de salvación de su economía, soberanía alimentaria contra las grandes transnacionales y la necesidad de importación de alimentos.

Desde hace años, Cuba se está convirtiendo en una pequeña potencia en el desarrollo de transgénicos con parcelas experimentales y transgénicos más o menos ya comercializados. En el año 2009, Nature Biotechnology recogía le hito de que Cuba desarrollaba su primera variedad de maíz transgénico denominado FR-Bt1. Hasta hace poco, Cuba contaba con más de 3000 Hectáreas de maíz Bt, como parte de una iniciativa del CIGB para producción libre de pesticidas. La situación se repite con la soja para la alimentación animal y con otros cultivos de carácter tropical como forma de lucha contra plagas.

En 2014 se conocía que la variedad de Bt presentaba problemas en materia de la resistencia a las plagas, pero para poder desarrollar un transgénico debes de probarlo y eso implica poder cultivarlo, en lugar de decir NO a todo. Tal y como se expuso recientemente con los fallos en campo del trigo, para poder decir NO, hay que probarlo y si te opones a todo, es imposible saber si es bueno o malo.

Con los últimos avances en la mejora de las relaciones Estados Unidos-Cuba, se ha ido avanzando que Cuba estaría dispuesta a comprar semillas a Estados Unidos pero no transgénicas. Lo que parecería una crítica a los transgénicos (o así es como lo intenta vender CubaInformación; la parte dura de la revolución en el sentido mediático), lo único que están diciendo es que quieren cultivas sus propias semillas desarrolladas por sus organismos nacionales. Nunca se oponen a la tecnología, porque comprenden sus ventajas.

A diferencia de Ahora Madrid y la izquierda española, han captado el mensaje. La tecnología es buena, desarrollémosla nosotros y dejemos a un lado el acientifismo.

Lean también:

– Ahora Madrid. Difundiendo información falsa sobre transgénicos.

– «Los argumentos de Ahora Madrid contra los transgénicos son un esperpento»

Carta abierta a Ahora Madrid

Ahora Madrid: ahogadilla a la ciencia

Acerca de andresrguez

Doctor por la Universidade de Vigo. Campo de especialización: comportamiento del plomo en suelos mineros, urbanos y campos de tiro, a través de técnicas espectroscópicas, toxicológicas y aplicación de nanopartículas.
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6 respuestas a Ahora Madrid, antitransgénicos y el ejemplo cubano

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  3. rafasalom dijo:

    Gracias por la entrada, y enhorabuena. Clara, diáfana y perfectamente documentada. Comparto.

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  4. usuario dijo:

    No a los transgénicos.

    La humanidad no los necesita, el hambre en el mundo no está causada por su ausencia sino por un sistema que favorece la acumulación de recursos en pocas manos.

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    • andresrguez dijo:

      Acumulación de recursos? La mayoría de los países donde se produce un problema de hambruna se debe básicamente a las condiciones del suelo, climatológicas, etc… donde la producción es muy baja y hace que la posible producción << consumo.

      Cultivar en África con suelos de laterita, sometidos a lavado continuo de nutrientes, bajo contenido de nutrientes por falta de abono, etc… también es culpa de acapar los recursos? Seamos más serios.

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