¿Una oportunidad para la biomasa?


Siendo España uno de los grandes productores de madera de Europa y el segundo país con más hectáreas de bosques, dispone de un recurso energético poco explotado como es la biomasa. Bien gestionada, puede ser una alternativa relativamente buena para la generación de energía, fijar población rural y limpiar los bosques, con lo que evitamos incendios. ¿Podríamos darle una oportunidad?

Países nórdicos como Suecia y Finlandia, con grandes superficies forestales y un sector maderero y papelero con gran importancia en su economía, desde hace años plantean con éxito la alternativa de la biomasa, la alternativa de la valorización de unos residuos que quedan después del proceso de corta de los bosques o con la plantación de variedades locales de Panicum virgatum, una planta herbácea con buen crecimiento en terrenos marginales y con gran valor energético.

Además desde hace tiempo, también se vienen plantando especies de Sauces, árboles de relativo rápido crecimiento, buena valoración energética y con una ventaja frente a otras especies, como la fitorremediación de suelos contaminados y de aguas residuales.

Para ello, emplean unas 16.000 hectáreas de sauces en plantaciones bajas de corta rotación (3-5 años), compuestas de clones e híbridos de Salix viminalis, S. dasyclados y S. schwerinii, siendo plantados muchos de ellos, en zonas degradadas o incluso como ayuda a los sistemas de depuración de aguas residuales. (Ver Sauces para energía y fitorremediación en Suecia )

En Suecia, la producción de energía supuso los 115 terawatts/hora en el 2009, lo que representa el 32% de la energía consumida, gracias a plantas para la producción eléctrica, calefacción y agua caliente sanitaria, gracias a centrales de biomasa centralizadas y con redes de tuberías que aportan un sistema de calefacción a parte de los hogares suecos.

Y es una alternativa tremendamente beneficiosa porque evitamos el consumo de gasoil o gas en las calderas de calefacción, con lo que la emisión de CO2 y de partículas contaminantes se ve muy reducida, a pesar de que la combustión de la biomasa emita CO2, pero son emisiones neutras.

La situación de España

La utilización de la biomasa en España tiene poca importancia a nivel eléctrico, ya que la mayoría se produce para la generación de energía térmica, aunque lo cierto es que la potencia se ha ido doblando desde los 90.

Sin embargo es igual que un grano de arena en el desierto, ya que en el año 2009, la biomasa supuso 2.547 GWh de energía o el 0,94 % del total de las Energías renovables aunque ésta hay que pillarla con pinzas, ya que la mayoría de plantas de biomasa se emplean para generar calor que luego es suministrado con redes de calefacción centralizada, como se pretende para para la Ciudad del Medio Ambiente en Soto de Garray (Soria) (1 y 2)

Hasta ahora, la gran mayoría de plantas, eran plantas a pequeña escala y en las que estaban metidas las entidades públicas mediante consorcios públicos y generalmente se aprovechaba todo tipo de residuos energéticos desde residuos forestales, monte de matorral o incluso residuos animales, con lo que valorización se reduce además de las emisiones de otros GEI y pequeñas partículas.

Sin embargo en los últimos 5 años, estamos comenzando a dar los primeros pasos en serio con el tema de la generación eléctrica con la biomasa, con la construcción de dos plantas significatias como es la de Iberdrola en Corduente (la pionera de sólo material forestal) y la de Xátiva, que es la mayor planta de biomasa de España con la capacidad para producir 13 millones de kilovatios al año de energía eléctrica y evitar la emisión de 4.000 toneladas de CO2 equivalente en compensación de otras energías más contaminantes.

La Central de Iberdrola en Corduente (Guadalajara) es la primera en emplear exclusivamente restos forestales (unas 26.000 toneladas), que son obtenidas de las limpieza y poda de los montes ya bien en las tareas de limpieza para evitar residuos y evitando incendios en unas 800 hectáreas de terreno, así como de cultivos energéticos con árboles de crecimiento rápido como los Sauces al modelo sueco o con Robinia pseudoacacia (una especie que está comenzando a dar algunos problemas de invasión de la que hablaremos luego).

Es capaz de producir unos 14.063 millones de KWh de energía al año, con capacidad suficiente para el abastecimiento de unos 14.000 habitantes. Por un parte estamos limpiando los bosques cercanos y dando empleo más de 250 empleos entre directos e indirectos, que a su vez logra fijar población en una de las zonas más deshabitadas de España.

Otro ejemplo lo tenemos con la planta de Biomasa de Allariz (Ourense) que es un referente a nivel nacional y Europeo, que le han valido al concello de Allariz, diferentes premios medioambientales de la UE.

Industria

Un caso paradójico, ha sido el de la industria papelera y de la transformación de la madera en España, que tanto con las emisiones como con los procesos para el blanqueado de papel, han sido durante años grandes focos de contaminación y que hasta hace poco, apenas habían aprovechado los residuos generados por la madera para su propio abastecimiento.

Un ejemplo de que parece que algo está cambiando, es el caso de ENCE en su planta de Huelva, que pretende ser la mayor planta de Biomasa de España, con una potencia de 50 MW y según «datos» de ENCE, en la actualidad ya producen más energía de la que consume, aunque son datos que conviene pillarlos con pinzas. El problema es que ENCE sigue siendo una de las empresas más contaminantes de España y una de las mayores deforestadoras de España con la introducción del Eucalipto, una especie invasora, de la que hablaremos más tarde.

Por otra parte, llevamos unos años con exitosas investigaciones para la creación de pequeñas plantas de biomasa en centros culturales, edificios, etc… gracias al empleo de residuos agrícolas de la viticultura o incluso los residuos del Olivar

Biomasa, el Petróleo de Andalucía

Ventajas

Si la Biomasa se gestiona bien, puede ser una «magnífica» fuente energética y relativamente ecológica.

1 – Se le considera como una fuente energética con emisiones neutras; ya que previamente se han fijado en la planta para su crecimiento.

Aunque emiten CO2 (emisiones neutras), se lograría evitar la emisión de otros gases contaminantes que se desprenderían de la combustión de petróleo, gas o carbón en los sistemas de calefacción. Con unos 3 kilos de biomasa se iguala a un litro de gasolina, con lo que es una fuente (más) contaminante que dejamos de emplear. (sigue en Problemas punto 3)

2 – Capacidad de fijar población en zonas rurales, carentes de empleo y con un despoblamiento alarmante, ya que es una de las energías que más empleos generan por MW instalado (8,9 empleos frente a los 0,3 de la Eólica).

Por otra parte, logramos evitar la propagación de incendios, ya que aquellos bosques limpios sin matorral, generalmente son en los que menos avanza el fuego.

3 – Con las cenizas producidas se pueden emplear como fertilizante natural, aunque las plantas requieren filtros especiales para emitar la emisión de determinadas partículas.

4 – Se podrían llegar a crear pequeñas plantas a nivel local de ayuntamientos, para que cada ayuntamiento pudiera limpiar sus montes y emplear esa biomasa para calentar estancias municipales con lo que además de lograr unos empleos a nivel local, se reduciría el consumo de otros combustibles en edificios públicos. Incluso en función del tipo de ayuntamiento, se podría lograr redes de canalización a para calefacción en viviendas.

Problemas

Sin embargo, como hemos dicho, para que la biomasa como energía fuera «ecológica» y potencialmente renovable, se necesitaría una correcta gestión, además de otros factores.

1 – Se necesitaría una correcta gestión de los bosques evitando la introducción de especies invasoras.

Diferentes especies de Pinus, pero especialmente Eucalyptus globulus, que se introdujo procedente de Australia de donde es natural (y nunca debió de salir), fueron las causantes de una pérdida de biodiversidad brutal en zonas de Galicia, Andalucía y parte de la cornisa cantábrica, siendo zonas en las que creció con rapidez la plantación de monocultivos, primero para una industria naval pujante en el inicio de Siglo XX y luego para la fabricación de pasta de papel.

Uno de los responsables de este desastre ecológico, ha sido ENCE (Empresa Nacional de Celulosas de España) anteriormente pública y luego privatizada, que se dedica a la transformación de maderas, siendo el primer propietario de bosques maderables de Eucalyptus en Europa y segundo productor mundial de pasta de celulosa de este árbol, de la que antes hablábamos con el caso de la planta de Biomasa en HUELVA.

ENCE se asentó en los años 50 en la Ría de Pontevedra y para ello fomentó mediante diferentes planes del ICONA, la plantación de Eucalyptus globulus, una especie invasora que acaba con el agua del entorno, capaz de rebrotar después de devastadores incendios y que produce sustancias tóxicas para impedir el crecimiento de otros árboles.

Se introdujo por ser una buena materia prima, ya tenía un buen rendimiento con un crecimiento muy rápido, lo que entre los pequeños agricultores de entonces y hasta bien entrados en el 2000, con la connivencia de las autoridades locales, nacionales y europeas, se fomentara el monocultivo de la invasora mediante ayudas públicas.

Por tanto sería necesario una buena gestión, algo que parece que se está haciendo en Corduente con diferentes especies de Salix (biorremediadoras, de rápido crecimiento y no invasoras) aunque no lo están haciendo del todo bien, con la Robinia pseudoacacia, una especie que está dando algunos problemas en algunas zonas del centro peninsular y con la que corren el problema de convertirla en una invasora si se dan determinadas condiciones.

Quizás el modelo de explotación más adecuado es de especies de crecimiento rápido no invasoras o centrarlo exclusivamente en la limpieza de bosques y residuos de las cortas, pero con éste último modelo la rentabilidad económica se vería reducida.

2 – Requiere un traslado de la materia prima hasta la planta, con lo que necesitamos de maquinaria tanto para la recolección, troceado como para el transporte hasta la propia planta. Cierto es, que en función del tipo de material que empleemos, en función de su capacidad de fijación, las emisiones podrían ser neutras.

Esta problemática del transporte, es lo que hace que las empresas non entren de lleno en el campo de la biomasa, ya que a diferencia de otras energías, la biomasa no tiene la materia prima in situ como ocurre con el sol y el viento o incluso con el biogás.

3 – Algunas organizaciones ecologistas como BirdLife, Transport & Environment y European Environmental Bureau (en España es mediante Ecologistas en Acción como miembro de las dos últimas organizaciones) quienes recientemente han dado a conocer un informe afirmando que la biomasa no sirve para combatir al cambio climático, llegando a comprarla con los biocarburantes y cuestionando la eficacia de la reducción del CO2.

La novedad más notoria del informe, y en concreto del estudio Carbon debt of woody biomass, es que hasta ahora la biomasa no había sufrido un cuestionamiento tan frontal de los grupos ecologistas, aunque reconocen que no todo es malo y los resultados difieren según el tipo de materia prima. “El proceso es beneficioso desde el principio, aunque no tiene emisiones nulas, -recogen en Ecologistas en Acción- si se trata de residuos forestales, o en el caso de conversión de tierras de cultivo a bosques, pero en bosques explotados intensivamente estos beneficios pueden tardar entre dos y tres siglos en producirse, lo que será demasiado tarde para luchar contra el cambio climático”. La ONG concluye que “este elemento temporal es ignorado en la normativa energética europea, que prevé una reducción de emisiones para 2020 basándose en esta fuente de energía”.

Energías renovables

Aunque tienen parte de razón en sus planteamientos, lo cierto es que en España la madera no se importa, ya que si se hiciera, serían totalmente inviables los proyectos de plantas de biomasa. Además que en España con la producción local totalmente desaprovechada, incluso se podría llegar a tener materia para exportar, ya que España tiene la segunda superficie forestal de Europa.

En cuanto a las críticas de que sean con bosques explotados, si se emplean con cortas controladas cada bastante tiempo y de forma rotacional, se podría llegar a un sistema relativamente sostenible e incluso en determinados casos, bastaría con los restos de podas y las labores de limpieza.

Incluso aunque los informes de éstas organizaciones fueran correctos, podríamos llegar a mejorar la eficiencia con la puesta de placas solares sobre los secaderos de la biomasa en los exteriores de las plantas, de forma que podríamos compensar en parte las emisiones en el caso de no fueran neutras.

El problema para el correcto funcionamiento de la biomasa como una energía relativamente ecológica, es que las administraciones apenas miran por el correcto funcionamiento de que no se fomenten invasoras (hasta ahora nunca lo han realizado) o se corte sólo aquellas zonas que se deben de cortar.

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Acerca de andresrguez

Doctor por la Universidade de Vigo. Campo de especialización: comportamiento del plomo en suelos mineros, urbanos y campos de tiro, a través de técnicas espectroscópicas, toxicológicas y aplicación de nanopartículas.
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2 respuestas a ¿Una oportunidad para la biomasa?

  1. Silvia dijo:

    Muy, muy interesante. Un artículo completo.
    El problema, como tu bien dices, es que la administración no hace un buen seguimiento de estos proyectos y se limita a subvencionar.
    Solo espero que en los próximos años se desarrollen más proyectos de este tipo, me parece una forma estupenda de generar energía sin emisiones de CO2, a la vez que también se cuidan los bosques y se evitan incendios.

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  2. Andrés dijo:

    Gracias

    La verdad que sí que de las Administraciones en general, por lo menos en Galicia tenemos un infausto recuerdo porque hasta hace muy poco tiempo todas las administraciones (incluida la Europea) financiaban planes de reforestación con Eucalipto, dándole gasolina al monte para los incendios con una invasora.

    Ahora parece que han cambiado de estrategia fomentando las autóctonas… a buenas horas.

    En realidad éste tipo de energías, al igual que el biogás al contar con la ventaja de que son emisiones neutras o que evitan gases peores… deberían de ser más fomentadas, teniendo en cuenta el inmenso potencial en todos los campos que tiene España

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